Sevilla - Valencia: Otra final en Nervión

Desde que su dueño, Peter Lim, optara por hacerse el harakiri, las lamentaciones se repiten asiduamente en la parroquia del Valencia. El de Singapur lo tenía todo, un equipo campeón de la Copa y clasificado para la Liga de Campeones, pero lo dejó en casi nada. Resulta extraño ver a un entrenador con la experiencia de Javi Gracia buscando soluciones donde sea, incluso en las sonoras ruedas de prensa con reflexiones de dudas constantes. Dicen en Valencia que al Valencia le queda el nombre, el escudo y la afición. Un poco exagerado, quizás. Porque el Valencia, por mucho mal que esté viviendo, siempre será el Valencia, un equipo al que hay que vigilar sobremanera porque tiene jugadores con mucha calidad para meterte en un lío. Con todo ello, el entrenador sevillista les hizo ver a los suyos la necesidad de controlar los movimientos de los delanteros del cuadro de Gracia. Las miradas a Fernando. El jugador brasileño, de nuevo, volverá a llevar la manija del equipo local con la idea de cortar cerca del área de Bono cualquier atisbo de ataque valencianista. El fútbol de Lopetegui siempre irá de atrás hacia delante. Control atrás y desequilibrio arriba.

Los éxitos conseguidos en el Sevilla en apenas año y medio le dan la razón. Desde que el vasco llegó y formó la estructura ideal para que el juego de contención predominara en el Sevilla… otro fútbol se ve en Nervión. Sólo hay que echar un pequeño vistazo a lo que han hecho algunos equipos ganadores en los últimos tiempos para ver que el toque-toque (ese que inventó Guardiola en un Barcelona imparable) cada vez tiene menos sentido. ¿Quién es el actual campeón del Mundo? Francia, ¿no? ¿Y como ganó? El físico lleva ya unos años siendo determinante, empezando por un centro del campo fuerte y consistente. Jordán volverá al once para darle aplomo al juego sevillista y arriba, si bien le podría tocar a De Jong ser el elegido, no habría que descartar, dado el nivel del partido, que Lopetegui optara por En-Nesyri, en estado de gracia.