Sevilla - Athletic: Nunca gana en casa (0-1)

No obstante, este domingo nadie estuvo atinado y el Sevilla se marcha al parón sin puntuar. Los de Pimienta no se descuelgan del todo de la pugna por los puestos europeos, pero el grupo ha vuelto a demostrar que está muy limitado para ser un candidato serio.

El entrenador catalán repitió el once que tan buen rendimiento le dio ante la Real Sociedad. Ejuke por Vargas y Agoumé por Sambi Lokonga. Los de Nervión se reencontraban con su gente tras dos semanas jugando a domicilio con ganas de derribar el muro de las dos victorias consecutivas y con la idea de dar el golpe definitivo sobre la mesa antes de disputar el derbi tras el parón de marzo. Pero nada de eso pasó y el complejo les acompañará durante dos semanas.

Arrancaría el partido espeso para ambos conjuntos, que deambulaban por el terreno de juego sin meter miedo en las áreas. El canguelo local llegaría al borde de los diez minutos cuando un error de Nyland, que sacó con las manos sobrepasando los límites del área, provocó una falta muy peligrosa. Se le fue alta a Berenguer y el cuero chocó contra el travesaño, pero el primer aviso ya estaba dado.

El olor a sangre despertó a los locales, que tomaron el control del partido con un Sow muy atento en las recuperaciones y una actividad más intensa por la banda izquierda gracias, en parte, al buen hacer de Ejuke en ambos campos. Pasado el primer cuarto de hora, llegarían las primeras ocasiones claras del Sevilla. Un tiro de Saúl dentro del área y, seguidamente, un lanzamiento potente de Isaac desde los treinta metros, que interceptó Unai Simón.

Corría el crono y el juego se concentró en el centro del campo, el balón pasaba de unos a otros con menos peligro que el pescado en blanco. Minutos tediosos, en los que el único que parecía tener ganas de hacer cosas era Pulido Santana, que sacó en menos de diez minutos sendas amarillas a Sow y Saúl. El suizo, por cierto, se perderá el partido ante el Betis en el Villamarín por cúmulo de tarjetas. Una gran ausencia para la medular sevillista, puesto que el suizo se encuentra en un óptimo estado de forma.

Ante esta calma chicha, y en vista de que no ocurría nada sobre el césped, la grada empezó a apretar y el Sevilla recogió el guante. Lukebakio y Ejuke lo intentaron por sus lados, pero no lograron finalizar con acierto. No obstante, el grupo fue concentrándose en el campo rival para intentar irse al descanso con ventaja, pero todo se torció tras un doble error de Carmona a falta de cinco minutos. Entró el nerviosismo y el partido empezó a descontrolarse hasta el punto en el que el colegiado pitó un penalti en contra del Sevilla por mano de Saúl dentro del área. Vesga fue el encargado de tirar y Nyland el de parar. El noruego volvió a hacerse grande y logró mantener las tablas en el marcador. Tras esto, todos a vestuarios a darle una pensadita.

Pimienta decidió cambiar a Saúl por Sambi Lokonga en el descanso. El ilicitano fue el autor de la mano y ya lastraba una amarilla, así que se optó por no arriesgar. Salió Lukebakio con ganas de hacer cosas e intentó meterse con maldad en el área de Unai Simón, que detuvo el cuero por abajo. A pesar de esta carta de presentación del belga, el partido siguió con ese ritmo soporífero.

Una vez más, Dodi Lukebakio cogió la batuta y tras una gran cabalgada miró a su izquierda y vio a Ejuke solo, se la pasó y el nigeriano falló en el mano a mano. La entrada de Lokonga le sentó bien al juego blanquirrojo, sus combinaciones con Lukebakio generaron mucho peligro y el Sevilla tuvo ahí las ocasiones más claras del partido. Valverde decidió entonces mover el banquillo y meter más artillería pesada con Nico Williams, Galarreta y Jauregizar. Tampoco tardaría mucho el técnico sevillista en modificar su esquema, quitó a Ejuke por Vargas y metió a Juanlu por Isaac. Un partido más, el lebrijano estuvo prácticamente desaparecido sobre el terreno de juego y ya empieza a ser preocupante.

Precisamente, uno de los recién ingresados, Vargas tuvo un acercamiento peligroso ante Unai Simón y su compatriota Sow lo intentó en el rechace. El Athletic respondería con un lanzamiento de Nico Williams, que detuvo Nyland en dos tiempos. El noruego volvió a firmar un partido excelso con intervenciones determinantes ante los hermanos Williams. El Athletic subió un punto de intensidad y, en los intentos por detener al rival, Agoumé vería su quinta amarilla por una falta sobre Jauregizar. Otro menos para el derbi. Esta falta daría pie a la condena del equipo, una vez más, a balón parado.

En esta ocasión, Nyland no pudo hacer nada ante el cabezazo de Yeray dentro del área tras lanzarla Jauregizar desde el lateral, corría el minuto 84 y ya estaba todo dicho en Nervión. Jarro de agua fría para los de García Pimienta, que habían tenido controlado el encuentro durante, prácticamente, cada momento. Sin embargo, la falta de efectividad y de un delantero de referencia volvió a quedar patente este domingo. Si a esto se le suman los errores defensivos del último tramo, el resultado es el quinto partido en casa sin ganar en este 2025. Una asignatura pendiente en la que pensar durante estas dos semanas de parón, y muchos detalles que mejorar antes de visitar al Betis.