Sevilla - Levante: De la siesta a la discoteca (5-3)

El día tuvo de todo en Nervión. A ver quién dice ahora que se aburrió. Hasta el aficionado ajeno (dícese del que no tiene colores sevillistas o levantinistas) tuvo que pasárselo bien viendo el encuentro entre los dos equipos. A las 14.08 ya hubo un gol; a las 14.23, otro; a las 14,33, otro; a las 14.38, otro más… El partido se puso perfecto para apostar por la emoción y los abrazos continuados. Normal. Porque lo que hizo Óliver Torres en el primer tanto del duelo queda ya para los anales de lo mejor de la temporada 2021-22. El extremeño, muy activo desde el inicio, debería quedarse hoy en su casa viendo repetido en bucle el tanto que hizo. En un córner lanzado por Agustinsson, Óliver Torres enganchó una volea que se metió dentro de la portería de Aitor Fernández. Fue un misil. Desde la posición de las cabinas de prensa, justo en el centro del terreno de juego y en lo más alto del estadio, el disparo de Óliver Torres sonó a cohete. El portero del Levante voló, pero más lo hizo un balón imposible.

El gol del Sevilla activó aún más a los sevillistas. La jornada pasó de ser agradable (espectacular el día de sol) a perfecta. El bombo de Gol Norte siguió a lo suyo. Y los jugadores, con el 1-0, y a diferencia de en otras ocasiones, desmelenaron ante la sorpresa de los foráneos. Ayer no hubo titubeos, y tampoco cálculos con lo que podría hacer el rival; ayer, el Sevilla jugó con el único ánimo de ser vertical y regalarle experiencias a los hinchas de Nervión.

Todos los de blanco querían más. Los espacios eran evidentes y los jugadores de Lopetegui, como atletas, se multiplicaban en esfuerzos para presionar. Rafa Mir, cada vez más conocedor de lo que se requiere en un sistema táctico como el Sevilla, respondió con un muy gol al que casi llega el meta. Cinco después, en el 28, sería Suso el que remataría al palo.

Sin embargo, y cuando todo hacía presagiar que la fiesta se alargaría, llegaría el primer tanto de Morales, en el 33. El 2-1 fue un visto y no visto. Diego Carlos, que se sumó al ataque, haría el 3-1 tras un certero cabezazo. Pero aún quedaría un mundo para el final. En la segunda parte, se uniría Munir con un buen tanto desde fuera del área. El internacional marroquí lo celebró con rabia, mientras la afición coreaba su nombre. Pero otra vez, y en este caso por dos errores individuales, el Levante se despertaría y se pondría con un 4-3. Morales, tras aprovechar un fallo de Dmitrovic, hizo también el segundo de su equipo, mientras que Melero haría el tercero tras otro error, en este caso de Diego Carlos. Minuto 61. Incomprensiblemente, el Sevilla había metido al Levante en el partido.

El guión de incertidumbre tendría aún varios capítulos. Sólo tres minutos después del gol de Melero llegaría el quinto sevillista, en esta ocasión con una jugada excepcional de Navas para darle el balón franco a Fernando para que rematar sin oposición. El Levante, tan inseguro atrás como valiente arriba, se iría a por la meta de Dmitrovic para buscar el cuarto. El colegiado, Pizarro Gómez , a punto estuvo de ayudarle señalando un penalti que en el VAR se demostraría que la falta había sido fuera del área. El partido se acabó y la discoteca siguió con la música alta...