Sevilla - Espanyol: Entre la calidad y el esfuerzo, los de Nervión (2-0)

El partido comenzó con los dos equipos algo revolucionados y dando pasos al frente. Había ganas de mandar. En apenas seis minutos, el Espanyol lo intentó con un disparo de Raúl de Tomás que se fue alto por poco, y el Sevilla, con un latigazo de Ocampos con igual suerte. También Rakitic, en el minuto 10, se animó y probó de cabeza ante la pasividad de la defensa visitante. El duelo comenzó a ponerse de cara para los de Nervión, más metidos y capaces de desarbolar con cierta facilidad la línea de contención del cuadro catalán. Así sería, en una de las mejores jugadas realizadas por el Sevilla en lo que va de campeonato, como llegaría el tanto de En-Nesyri, una acción para ver repetida una y otra vez. Jordán, con sombrero incluido, le dio el balón a Suso para que se fuera por la derecha y abriera aún un poco más a un Navas que venía embalado y presto para ponerle el balón al marroquí para que la empujara. El tanto, ¡un golazo!, levantó a los aficionados de sus asientos en la primera alegría de la tarde.

Las variantes en el ataque de los locales aumentaron y Ocampos se movió hacia la derecha . Jordán se hizo con los espacios y Acuña se divertía en su banda con alguna acción propia de un auténtico crack. El Espanyol se metió atrás. Todos en el Sevilla asumieron la situación y se volcaron para tratar de buscar el segundo tanto.

El Espanyol se vio con fuerzas en la segunda parte para intentar dar un zarpazo arriba. Pero ni por esas. El Sevilla, muy concentrado, lo invitaba a jugar en horizontal . Todo parecía controlado para el equipo nervionense. Pasaba el tiempo y no pasaba nada. Lopetegui decidió darle minutos a Lamela y Fernando por Suso y Rakitic, respectivamente. Pero, en una acción extraña y en la que el colegiado decidió sacarle dos amarillas a Delaney por protestar, el partido entraría en una nueva fase con los 10 sevillistas doblegándose en esfuerzos. El Papu Gómez estaba preparado para saltar al terreno de juego, pero volvería al banquillo. Le tocaba al equipo nervionense rendir tributo al máximo a la valentía. Lopetegui se la jugaría en los últimos minutos metiendo a Rafa Mir y Rekik por En-Nesyri y Ocampos.

El Espanyol, ahora sí, se iría descaradamente al ataque, plenamente consciente de la oportunidad que se le había presentado jugando con uno más. Pero el Sevilla no terminaba de agachar la mirada, todo lo contrario. En una acción controlada, y tras aprovechar un buen pase al hueco, Rafa Mir haría el segundo tanto y definitivo. Entre la calidad y el esfuerzo, el Sevilla Fútbol Club.