Celta – Sevilla: mínima vistosidad, máxima rentabilidad (0-1)

El primer tiempo fue un calco de las que se suelen vivir esta temporada con este Sevilla. Ujn fútbol control casi de mentira, en el que todos desean que no pase nada y que alguien frote la lámpara para que se aparezca el genio que conceda el deseo del gol. Ese deseo fue una quimera durante los primeros 45 minutos, ya que únicamente hubo un intento de Rakitic desde la frontal que detuvo sin excesivos problemas Dituro. Con un equipo eminentemente técnico como el Celta, sobre todo en su medular sin un perfil netamente defensivo, la clave estaba en controlar esa zona y ser valientes a la hora de buscar el ataque, pero no ocurrió ni lo uno ni lo otro. Lo primero porque Fernando ocupaba más veces el puesto de central que de mediocentro, y lo segundo porque los balones a la carrera de Ocampos o Rafa Mir apenas obtenían un rédito.

El otro intento sevillista del primer acto fue un remate forzado de Rekik en un saque de esquina que se marchó desviado. El Celta tenía algo más de creatividad en sus ideas ofensivas, y Denis Suárez probó fortuna tras una buena acción individual que abortó Bono. Más fe incluso tuvo Santi Mina al hacerse con un despeje frustrado de Fernando e intentar un disparo desde la medular cuyo efecto hacia fuera impidió que alcanzara la portería. Había que esperar a lo que ocurriera en la segunda mitad y ver la cara que ofrecía el conjunto de Lopetegui para intentar buscar el triunfo.

No varió la pinta inicial del Sevilla en esta segunda parte, con un Santi Mina que estrelló un balón en el poste al desaprovechar otro desajuste de la defensa sevillista. Hasta Lopetegui se dio cuenta de que tenía que cambiar algo y metió en el campo a Suso y Delaney por Rakitic y Óliver Torres. En la primera pelota que tocó el gaditano llegó el gol de Rafa Mir. Disparo del ocho sevillista tras perfilarse hacia el centro y el rebote en un defensa le llegó al delantero que, ante Dituro, hizo el 0-1 en el 55. Agua en el desierto con la que seguir afrontando la travesía.

El Celta no le perdía la fe al encuentro a pesar del mazazo, y Nolito estuvo cerca del empate en un remate de cabeza tras centro de Javi Galán que se marchó fuera. Lopetegui retiraba del campo a Rafa Mir, autor del tanto, para dejar su lugar a Erik Lamela, que iba a actuar como referente ofensivo del equipo. Jugó sin nueve puro el resto del encuentro, puesto que los dos últimos cambios sevillistas fueron las incorporaciones de Acuña y Óscar Rodríguez. No ocurría mucho en el partido en ninguna de las áreas, por lo que le valía a Lopetegui si eso significaba llevarse los tres puntos que tenía ya en la mano. Solo Aspas inquietó en un disparo débil desde la frontal tras una buena dejada de Gallardo. El pitido final daba el alivio y el respiro al sevillista, que veía como su equipo sacaba de nuevo máxima rentabilidad a su partido. Otra victoria, que al fin y al cabo es lo que cuenta.