Quique empeora los resultados de Diego Alonso

A estas alturas del curso es una evidencia que el consejo de administración se equivocó al desviarse de la senda marcada antes del título obtenido en Budapest. No porque Mendilibar no lo mereciera, sino porque un proyecto a largo plazo debe cimentarse sobre ejes fuertes sobre los que sostenerse y en los que confiar. Ya lo hizo el Bournemouth con Iraola, lo aguantó a pesar de hacer un arranque de temporada muy deficiente, pero poco a poco va obteniendo frutos. No es que el club británico esté para ganar la Premier League, pero dar pasos en firme y definir una identidad es vital para cualquier desarrollo serio.

El Sevilla FC lleva tres entrenadores en menos de seis meses y el resultado es un equipo sin la impronta de ninguno de ellos. Ante el Girona, el conjunto dirigido por Quique Sánchez Flores evidenció sus carencias en todos sus aspectos. Ni una línea se libra de críticas: portería, defensa, medular y ataque. Actualmente, el conjunto hispalense no es fiable en ninguna de ellas y eso provoca que los abusones como el Girona se ceben. Las humillaciones en este curso han sido varias —Getafe, Alavés, Girona— habrá que comprobar el próximo jueves si son suficientes para que los jugadores saquen de alguna parte su pundonor.

No obstante, aunque la plantilla tiene gran parte de responsabilidad de estos resultados, en Montilivi el entrenador también tuvo su parte de culpa. Probó una fórmula nueva ante el líder de la liga, ubicó a Jesús Navas por dentro para perseguir a Miguel Gutiérrez, esto provocó la soledad de Nianzou ante Savio y el desastre absoluto de la banda derecha. No obstante, el técnico no varió el sistema a pesar de ir 3-1 al descanso, una decisión que desarboló al equipo. Además, no sólo alineó de inicio a Joan Jordán, sino que lo mantuvo durante todo el encuentro a pesar de que el rendimiento del jugador fue nulo. El catalán no jugaba desde el partido ante el Astorga en la Copa del Rey y su relación con el club no atraviesa por sus mejores momentos. La dirección deportiva quiere darle salida, pero el centrocampista ha dejado claras sus intenciones de seguir en el Sevilla. Si bien el planteamiento ante el Getafe en los octavos de Copa fue mérito del técnico madrileño, el debacle sevillista en Montilivi lleva también su firma y es un error que no puede permitirse repetir.