quintanar - sevilla
Goles y control para espantar fantasmas en Quintanar (0-3)
crónica
Los tantos de Rafa Mir, En-Nesyri y un brillante Pedrosa otorgan el primer triunfo sevillista de Diego Alonso para caminar con un paso firme en la Copa del Rey
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Iniciar sesiónDe un buen lugar de la Mancha se trae el Sevilla el billete directo a la segunda ronda de la Copa del Rey 2023-24 después de haber encarrilado su estreno al final de la primera mitad, cuando más cerca estuvo el Quintanar de ... igualar ese primer gol que rubricó Rafa Mir tras una buena combinación colectiva. Más tarde fue En-Nesyri quien al contragolpe transformó el segundo, y un zapatazo de Pedrosa, quien junto a Óliver Torres, fue el mejor de la tarde, selló el 0-3 definitivo que brinda la primera victoria en el periplo sevillista de Diego Alonso en un encuentro en el que el Sevilla dio lúcidas muestras de madurez para golpear primero, asestar dos veces más, y a raíz de ahí madurar el resultado ante el loable esfuerzo de un equipo de preferente manchega que ya puede presumir de haber dejado una renta nada abultada como diferencia entre los dos implicados.
El fuerte viento fue el inesperado invitado de honor en esta nueva edición copera donde siempre hay un sitio reservado para la ilusión de quien la tenga, pero no conviene que pese tanto, o algo así pensarían los nervionenses, cuya voluntad de resolver rápido y sobre todo de demostrar una rotunda superioridad debía ser mayor. Mucho mayor. Y así se plasmó con el paso de los minutos donde el Sevilla primero noqueó y luego repasó los puntos. No pasan por momentos felices en Nervión y este tipo de ocasiones son una razón más que perfecta para rebelarse. Morder, a dentelladas secas y calientes, parafraseando a Miguel Hernández, lo que supone ver a un heptacampeón en el humilde y nada exento de mérito en el popular Alfonso Viller. Lograr resultado a corto plazo, por más que el adversario milite en una categoría cinco veces inferior, que dé recompensa al trabajo que no lo tuvo pese a que se ofreció en otros días, y agilizar el trámite sin dar sensación de que cueste. Ese es el paso que se pedía para la primera victoria que se hacía de rogar a favor de los de Diego Alonso. El charrúa dejó en el banquillo a Gattoni y sacó a esa unidad B que siempre juega dos partidos: uno contra el Quintanar en esta primera toma de contacto con el torneo del KO y otro con su propio futuro en el Sevilla, porque casi todo el once alineado en tierras toledanas se juega su plaza en Vigo, pasaporte directo a la lustrosa ciudad de Londres para medirse en la Champions ante todo un Arsenal.
La motivación continental, por ende, empezaba en un pequeño rincón local que no supera los 11.000 habitantes, ni falta que hace, porque la emoción de unos cientos aficionados bien aguerridos pueden confundir las cuentas. Fue Pedrosa el primero que hizo daño por su costado y el último, porque si algo hizo saber el Sevilla ante el Quintanar fue señalar a aquellos que sí sabían respetar a la competición y a su contrincante y sobre todo el escudo que se llevaba encima. Es el lateral barcelonés quien busca por fuera y por dentro de forma insistente, siendo Rafa Mir el primero en dibujar un tacón que finalmente queda borroso. Otra llegada de Badé hacía presagiar el asedio del grupo mientras el Quintanar trataba de desmarañar un ápice de la autoridad sevillista, con más poder en el centro del campo que en la efectividad en el remate. Es Óliver el mejor compañero de batallas para un Pedrosa con el que se asocia con facilidad, y en una jugada pasado el minuto 20, el cuadro blanquirrojo tumba la solidez local con una buena triangulación de tres toques eminentemente fatales: Lamela es quien cambia de orientación hacia Óliver, que inspirado por jugar cerca de su tierra, ve llegar a Rafa Mir a quien toca de primeras para hacer el 0-1. Juego directo para romper por arriba lo que parecía tan complejo por abajo.
Ocurre en este tipo de exámenes que quien más desentona es después quien ayuda a que luego Diego Alonso lo tenga más fácil para confeccionar los onces. Es difícil de comprender errores de calado de un Nianzou que no consiguió sentirse cómodo ni con pelota ni sin ella. Y el francés se juega inconscientemente el empate cediendo un balón a priori fácil que además complica a su pareja de baile, a saber, Badé. Todos los nervios se quitaron de golpe cuando Nyland estuvo más rápido que el central que originó semejante entuerto. Se vino arriba con dicha ocasión una nutrida grada quintanareña que nada tiene que envidiar a The Kop, digísima de todo un equipo que no cambiaría cruzar el parque de San Antón por el Stanley Park que divide Anfield y Goodison.
Fue Cristian, de lado de los de Iván Quintana, quien olía otra buena llegada por arriba tras superar por arriba a un desnortado Nianzou. Antes del tiempo de asueto, Lamela pudo firmar el segundo de los nervionenses y el Quintanar se acercó más que nunca a la igualada tras otro fallo de Nianzou. Luismi fue quien se plantó sólo ante un Nyland que volvería a lamentar ciertas cosas a lo bajini en noruego, antesala del 0-2 con el que Sevilla se iría con más superioridad en el marcador que lo mostrado en el verde, tras una contra liderada por Fernando, que toca para Lamela, éste se resbala y En-Nesyri anda avispado para meterla al fondo de la red. Tierra de por medio para seguir trabajando con confianza de cara a la segunda mitad, donde sonaría la misma sintonía hasta atar bien fuerte la clasificación.
Algo más consciente se mostró Joan Jordán en el segundo acto para entender que era un partido en el que poder dar ese paso adelante que siempre conviene. Por eso mostró pocos complejos a la hora de asomarse por el balcón del área manchega y lanzar un potente disparo que desvió David Moreno. Entraría en barrena en cuanto a ritmo el encuentro después de que el Sevilla mantuviese su ventaja, y supiese sostener bien ya a un acorralado Quintanar que aun así nunca le perdió la cara al siete veces campeón de la Europa League. Aprovechó las ventanas Diego Alonso para agitar el banquillo y dotar a los suyos de aire fresco, siendo Darío una de esas gratas noticias que deja la Copa. Al final, fue Pedrosa quien se topó con el larguero en una de los últimos lances del juego. Mereció el catalán el broche a tanto compromiso, tanto como el del Sevilla para saber dominar y mandar en Quintanar de la Orden. Y por eso en la jugada postrera quiso que un buen rechace le cayera al propio Pedrosa, que con un soberbio latigazo quitaba todas las telarañas de Halloween, espantando los miedos de un Sevilla que ya está en segunda ronda.
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