Los datos de un tetracampeón

En el biberón, más que leche, Márquez ya debía de tener gasolina. Con cuatro años ya posaba con una moto «de mayores», que han crecido con él. Comenzó, como todos, en los campeonatos para niños regionales y luego fue ampliando su radio de acción hasta que llegó el salto al Mundial, en 125cc, en 2008. No se ha saltado ningún paso, pero los ha hecho más rápido que otros , despuntando en todas las categorías, pues su primer título llego en 2010, después de ganar diez fines de semana.

Iba por el mismo camino en 2011, en su primer año en la ategoría media. Ganó siete carreras, pero una caída al final del curso le produjo un probema de doble visión. No pudo correr en Malasia ni en Valencia y tampoco atrapar el título, que cayó en manos de Stefan Bradl. Pero no quiso esperar más y en 2012 logró lo que se le había escapado por algo que no pudo controlar. Campeón de Moto2 con 19 años y 254 días .

Pero donde realmente ha demostrado su talento natural y su capacidad de superación ha sido en MotoGP. Mezcló un don innato con las lecciones de su mentor Emilio Alzamora y la experiencia de su equipo. En 2013 se llevó el título con una combinación explosiva de agresividad, inteligencia, confianza y desparpajo . Se llevó algún tirón de orejas de otros pilotos más experimantados que vieron en su campaña la suerte del novato, la inconsciencia del joven.

Una opinión que se encargó de desbaratar solo un año después, en 2014, donde ganó en las primeras diez carreras del curso sin discusión. Y certificó su crecimiento triunfando también en Malasia y Valencia para sumar el segundo título de MotoGP por la puerta grande.

Todo parecía tan fácil que necesitaba también un curso como 2015, lleno de caídas, errores, ansiedad, premura y falta de equilibrio mental que lo apartaron del título y lo empujaron a una situación nueva: la polémica. Su encontronazo con Valentino Rossi en Sepang también fue demoledor en la parte mental, pues tuvo que gestionar una «carrera» para la que no se había preparado. Jorge Lorenzo logró ese año su tercera corona en la categoría reina. Para Márquez fueron las lecciones en forma de cicatrices.

Se rehizo en 2016, en el que se denominó el año de su madurez porque entendió que el campeonato era largo y un cuarto puesto era mejor que un cero. No obstante, fue un proceso largo y costoso, pues dejó de sonreír y de divertirse encima de la moto. Otro paso en la construcción de un piloto completo. Y el tercer título en su vitrina.

Y para el piloto de Cervera, 2017 ha sido el año de la superación. Ha tenido que adaptarse a una moto que no le dejaba ni disfrutar ni pelear por las victorias. También a comprobar en su propio cuerpo las deficiencias del a Honda, pues solo encontraba el límite con las caídas. Y ha sumado 27 en esta temporada , casi el doble que su peor año, 2013, en la que se cayó 15. Además, se topó con su perfecto antagonista, un Andrea Dovizioso que supo aguantarle el pulso hasta el final, algo que solo tuvo que hacer en 2013, pues en el resto de campeonatos ganó antes de llegar a Valencia. Situaciones adversas y nuevas a las que se ha adaptado para triunfar por cuarta vez en cinco años. Tiene 24. Es el más joven en lograrlo. Mera anécdota.

125cc: tres temporadas, un título (2010)

46 grandes premios

10 victorias

14 podios

14 poles

Moto2: dos temporadas, un título (2012)

32 grandes premios

16 victorias

25 podios

14 poles

MotoGP: cinco temporadas, cuatro títulos (2013, 2014, 2016 y 2017)

90 grandes premios

35 victorias

63 podios

45 poles