Atletismo
La marcha española, a quitarse la espina de los Juegos de Tokio
Oportunidad para resarcirse de los tres cuartos puestos de la última cita olímpica
Reunión de estrellas en Eugene
María Pérez, marchadora española
La marcha, donde España atesora algunas de sus opciones más claras para conseguir medalla, será la encargada de abrir el fuego en Eugene con las pruebas femenina y masculina de los 20 kilómetros (a partir de las 22.10 horas, Teledeporte). María Pérez, Álvaro ... Martín, Diego Martín Carrera y Alberto Amezcua serán los protagonistas.
Nunca hay que perderles de vista, porque los marchadores españoles casi nunca defraudan. Ellos han firmado 17 de las 39 medallas conseguidas por España en el total de los campeonatos mundialistas, y son los únicos con presencia en todas y cada una de las ediciones, desde Helsinki 1983. De esa cita en la capital finlandesa es el primer metal, una plata lograda por José Marín en los 50 kilómetros, prueba que desaparece a partir de esta edición para dar paso a los 35 kilómetros.
A partir de ahí, nombres ya míticos como Valentín Massana, Daniel Plaza, Jesús Ángel García Bragado, Paquillo Fernández o Juan Manuel Molina han ido engordando el medallero hasta llegar al oro de Miguel Ángel López en Pekín 2015, hasta ahora el último título español en un Mundial. Tampoco han fallado las chicas, donde lucen los bronces de Encarna Granados y María Vasco.
Los marchadores españoles llegan a Eugene con la sensación agridulce que dejaron los Juegos de Tokio, de donde se salió con tres cuartos puestos, siempre rozando la medalla. Uno de ellos correspondió a Marc Tur. Los otros dos a María Pérez y Álvaro García, dos de los protagonistas de hoy. «En los Juegos hicimos una buena chocolatada», admite con una sonrisa a ABC María Pérez, la granadina de Orce que sorprendió al mundo proclamándose campeona de Europa en 2018, con solo 22 años. «Hablando claro, aquello fue una putada para todos. En mi caso fue un cuarto amargo en ese momento, pero con el paso del tiempo se ven las cosas un poco mejor. La marcha española tiene muy buen nivel, aunque es verdad que da la sensación de que solo se acuerdan de nosotros para las grandes citas».
Pérez, García y el resto del equipo, incluyendo a los atletas que tomarán parte en los 35 kilómetros (Laura García-Caro, Raquel González, Marc Tur, Miguel Ángel López y Álvaro López) llevan ya algunas semanas recluidos en Colorado preparando un verano atípico, pues a este Mundial le seguirá después un Europeo de Múnich, en agosto, para el que también habrá que estar preparado. «Es una fecha bastante rara para un Mundial, y nos ha obligado a adelantar los entrenamientos y a tomarnos todo con paciencia».
Cuenta la granadina, que aterriza en Oregón con la segunda mejor marca mundial del año (1:27.40) tras la australiana Jemima Montag (1:27.27), que será complicado estar al cien por cien en ambos campeonatos, aunque tampoco espera un bajón excesivo de forma tras la carrera en Eugene: «No queda otra que mantener el pico, pero no somos robots ni máquinas. Hemos seguido la preparación que nos han puesto y habrá que guardarse algo para Múnich».
Cambio de prioridades
Pérez fue octava en Doha, el pasado Mundial. Finalista, pero lejos de las medallas. Allí le pasó factura el sofocante calor. También la presión por la medalla continental. «Igual ese oro me llegó muy joven, pero todo sucede por algo. En estos años he aprendido mucho, sobre todo lo que cuesta conseguir las cosas. Eso me ha hecho reafirmarme en las cosas que creo, el trabajo, el sacrificio y la constancia».
También los Juegos de Tokio marcaron un punto de inflexión en la vida de María Pérez. O mejor dicho, su preparación mezclada con la pandemia. «No fue fácil, aprendí que hay cosas valiosas más allá del deporte». Recuerda la marchadora cómo, junto a la incertidumbre por saber que pasaría con la cita olímpica, se unió una noticia terrorífica, un cáncer detectado a su pareja, por fortuna hoy superado. Su escala de valores se transformó. También sus prioridades. Pérez decidió competir menos y guardar más tiempo para los suyos.
Más allá de las marcas, Pérez volverá a tener como principales rivales a las marchadoras chinas, que aspiran a repetir el triplete logrado en Doha. El calor volverá a ser su gran aliado.
Y si China lleva la voz cantante en la marcha femenina, en la masculina es Japón el rival a derrotar. Koki Ikeda, plata en Tokio, llega con la mejor marca del curso (1:18.53). Los tres españoles llegan instalados entre los diez mejores marchadores mundiales de la temporada, y con todas las opciones.
Ver comentarios