Ona Carbonell: «El talento solo no consigue nada»

«Las marcas buscan lo que represento, la imagen de normalidad que puedo tener, pero también el sacrificio, la constancia, el trabajo. Que una marca te llame significa que los valores del deporte gustan a la gente. Y eso, aunque es importante para nosotros, todavía lo es más para la sociedad en general. Que se impregnen de lo que significa esforzarse y también llegar a la cima».

Carbonell es ella y, junto con Gemma Mengual , toda la sincronizada española . En los Juegos Olímpicos de Río será el 50 % del éxito después de que el equipo no se pudiera clasificar por primera vez desde aquella otra ausencia en Atlanta 96. «La situación no fue fácil para nadie. Fue un palo duro», reconoce, por lo moral y lo pragmático. «Sobre todo para las chicas que estaban en el equipo nacional. No ir a los Juegos es una decepción. Dos compañeras lo han dejado porque también el apoyo económico se va. Te encuentras con 28 años y te replanteas muchas cosas . Me da mucha pena, pero es normal. No se puede vivir del aire. El talento es importante, por supuesto, pero solo no consigue nada. Hay mucha carga de sacrificio y de dedicación. Pero también es verdad que las ayudas económicas favorecen la consecución de medallas: hay mejores equipos, mejores coreógrafos, mejores y más técnicos y puedes dedicarte exclusivamente a entrenarte. Eso es algo fundamental».

Optimista con su trabajo y el futuro, promete levantarse más fuerte. «Tenemos que aprender de todo. Incluso para las chicas que empiezan, la no clasificación es una lección de que el deporte es así, muy duro, y lo difícil que es mantenerse en lo más alto. Hemos visto que pasa en natación sincronizada, en tenis, el fútbol... un día ganas y otros pierdes. Lo que hay que hacer es seguir luchando». Ella lo hará desde su medio natural, el agua. En menos de un mes tiene un objetivo importante y bonito con el que poder levantar el ánimo: « Ni Gemma ni yo vamos a parar y darlo todo para pelear por el podio. Solo tenemos una cosa en la agenda: entrenar, entrenar, entrenar. Todavía tenemos que viajar a algún sitio, pero estamos trabajando mucho en pulir los detalles y alguna sorpresa por ahí». Un dúo con el que mantener a España en la élite, y encadenar una tercera cita olímpica entre los tres primeros puestos (plata en Pekín 2008 y Londres 2012).

Acostumbrada a una disciplina en la que la exigencia, el sacrificio y la disciplina con el cuerpo, la expresividad y la mente son máximas, tiene en su propia compañera del dúo a una de sus referentes. «Crecí viéndola», sonríe recordando sus inicios en la sincronizada. Ahora comparte trucos en el agua y horas infinitas para que la sincronía sea perfecta. Son la explosividad y la calma , la fuerza de la juventud y la prestancia de la veteranía. También creció dentro del agua con la imagen de Virginie Dedieu, que ha terminado en el equipo nacional aportando su experiencia. Pero tiene además un claro ejemplo de que la ilusión puede desafiar cualquier obstáculo. « Teresa Perales : grandísima deportista , siempre con su sonrisa, con 22 medallas en los Juegos... ¡Es una “crack”! Me inspira y me ayuda muchísimo».

Centrada ya para Río, su ausencia como solista en los Europeos de Londres ha provocado un salto atrás en el tiempo de 16 años. La representante española, Cristina Salvador, finalizó cuarta por detrás de Rusia, Ucrania e Italia, una posición fuera del podio que España no protagonizaba desde la quinta plaza de Mengual en Estambul 1999. Un paso atrás que Carbonell espera que signifique tomar más impulso para el futuro. «Cada vez hay más niñas que empiezan a hacer sincronizada y eso es una gran noticia». También porque significará un buen relevo. A sus 26 años, Carbonell ya es también una referencia para muchas de esas chicas que, como ella, encontraron en el baile en el agua una pasión, una filosofía de vida y un camino hacia la perfección.