Londres 2012: Épica victoria de Federer sobre Del Potro

Fue una batalla interminable que regaló golpes para recordar . Luchaba Federer desde la adversidad después de caminar sobre el alambre, superado en el primer set y salvado porque jugó mejor el tie break del segundo. Pero en esas zonas tenebrosas se mueve mejor que nadie, imponente su tenis en la hierba de Wimbledon. Federer, venerado por una pista central repleta, roza el cielo .

El número uno persigue su último desafío. Lo ha ganado todo en una carrera prodigiosa, 17 grandes y miles de victorias para convertirse en el jugador de la historia que más semanas ha estado como número uno, pero se le atragantan los Juegos . Tiene un oro, sí, pero fue en el dobles de Pekín junto a Stanislas Wawrinka. Ahora roza su objetivo. Aquí, campeón siete veces y catapultado hace menos de un mes en un triunfo de leyenda, se le consideraba como el máximo favorito por ranking y por inercia. Hierba y torneo a tres sets, ideal para Federer.

Pero también para Del Potro. El argentino, cuyo mejor resultado en la hierba de Londres ha sido llegar a los octavos de final de este año, se creció en una situación idílica. Fortalecido con su saque y muy sólido desde el fondo de la pista, de entrada encontró una puerta abierta en el octavo juego del primer set. Rompió el servicio del suizo y consolidó para cerrar el parcial.

La segunda manga se disputó desde la máxima igualdad. Federer salvó una situación crítica en el quinto juego, enredado con su saque, y luego lo pasó mal el argentino, que gestionó siempre a la perfección las situaciones de peligro.

El debate llegó al tie break, nervios a flor de piel. Federer se escapó hasta el 4-1, margen más que suficiente, pero se complicó la vida y permitió la reacción de Del Potro. Sin embargo, un revés largó del argentino le acabó condenando y Federer nivelaba el partido, un set para los dos.

Quedaba todo expuesto a un desenlace apasionante. Cada punto valía oro y Del Potro aguantaba el tipo como podía, exigido en su saque. De lado a lado, un duelo de hemeroteca, repleto de suspiros y lamentos, gloria y épica. Con 9-9, Federer hizo break, pero perdió en blanco ese privilegio inmediatamente cuando servía para ganar, increíble.

Desde ese 10-10 imperó la garra, el amor propio de dos tenistas encomiables. Pudo ganar cualquiera, pero no hay empates en el tenis, sólo vencedores. En el juego 35, rompió Federer y esta vez ya valió para que el suizo , cuatro horas y 26 después, festejara un triunfo apoteósico en un duelo de récord. Fue a la segunda pelota de un partido para siempre.