Jon Rahm: «Ni 'fair play' ni gaitas, yo sólo pienso en la revancha ante estos»

En el apartado de los buenos jugadores se encuentra Jon Rahm. Desde que debutó en París en 2018 ha disputado dos ediciones con resultado opuesto. Ha vivido un éxito absoluto en el Golf National, con victoria ante Tiger Woods incluida, y una derrota decepcionante en Whistling Straits tres años después, por mor del paréntesis de la pandemia. Ahora llega a Roma con la moral por las nubes y responde a las preguntas de ABC.

-¿Con qué sensaciones llega a su tercera Ryder? ¿Se ve como uno de los veteranos del equipo?

-Cambia que ya sabes un poco cómo va a ser la semana, pero tampoco me siento tan mayor porque aquí hay gente que ha jugado seis y siete ediciones. Lo que sí tienes es esa anticipación que te da el saber cómo va a estar el público, la dinámica de la competición… pero casi te da más responsabilidad. Mi misión es estar apoyando a los compañeros más jóvenes y darles todos los consejos que sean necesarios. He hablado recientemente con Sergio y Poulter y me han dado grandes pautas para saber procesar unos días como estos.

-Usted es el único español en el equipo contiental. ¿Qué le diría al público nacional para que no se despegue de la pantalla hasta el domingo?

-Aunque sea el único español, espero contribuir a la historia de lo que han hecho otros compatriotas en la Ryder. Las gestas de Seve, Chema e incluso Nacho Garrido, que pegó alguno de los mejores golpes que se han visto en la Ryder de Valderrama. Esto me lo ha recordado esta semana mil veces, porque no se vio por la tele el golpazo que pegó desde el bunker del hoyo 17.

-¿En qué condiciones encuentra el campo?

-De lo mejor que he visto en mi vida. Está increíble, se nota que lo han cuidado muy bien y que han dejado jugar a muy poca gente en los meses previos al evento. Obviamente, está preparado más para lo que sería un torneo del tour europeo. Cuando la Ryder es en EE.UU. el recorrido se deja un poco más ancho, más largo, con un 'rough' más corto, greenes más rápidos… es como la receta de lo que ellos les gusta encontrarse. Aquí los 'greens' son un poco más lentos, las calles más estrechas… vamos, a lo que estamos más acostumbrados a este lado.

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EP

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-Nos han comentado 'sottovoce', ya que estamos en Italia, que este es un campo muy rompepiernas y que incluso hay 'caddies' de reserva preparados por si alguno desfallece y no puede aguantar las cinco vueltas.

-Bueno, no hay que creer todo lo que se escucha por ahí, jeje. Es cierto que hay un par de subidas a los 'tees' que se hacen duras, especialmente con este calor, pero en España hay un par de campos en el norte que se hacen más complicados que este y no pasa nada. No es algo que vaya a ser definitivo.

-¿En qué otras cosas ayuda ser el equipo local?

-Por ejemplo en haber venido a jugarlo dos semanas antes, porque eso te ayuda mucho a conocerlo y a hacerte una idea de todo lo que rodea a la competición, como cuál va a ser el hotel, las distancias al campo o las zonas de entenamiento. Venir con eso aprendido hace que te encuentres más relajado durante la semana.

-Aunque el golf es un deporte de amistad y camaradería, supongo que en el fondo no se les quita de la cabeza la idea de la revancha de 2021.

-Ni en el fondo, ni en la superficie, Vamos a dejarnos de 'fair play' y de gaitas, yo sólo pienso en la revancha ante estos. Lo primero que teníamos en mente desde principio de semana era tomarnos la revancha y ganar a los americanos. Lo malo de la última edición de Whistling Straits no fue sólo perder, sino no haber tenido nunca una opción de llevarnos el torneo.

-¿Cómo está usted de juego?

-Muy contento por cómo me encuentro y con ganas de salir a jugar. De todas formas, lo que hayamos hecho antes de ahora y lo que vayamos a hacer después no quiere decir nada. En el fondo aquí se trata de ganar el partido que tienes delante y de apoyar al máximo a tus compañeros.

-Aunque oficialmente es el único español en el equipo europeo, sabemos que hay otro en espíritu.

-Es increíble la presencia de Severiano en este grupo, es el alma del equipo. Está muy presente por todas partes, en especial en nuestro vestuario, con una foto gigante que nos recuerda permanentemente su carisma.

-¿Cómo es ese lugar tan íntimo?

-Es realmente alucinante porque aparte de ganar o no, sorprende entrar en esa sala y ver a tantos grandes golfistas reunidos como un auténtico equipo. Tenemos un vínculo especial y único a lo largo de la semana porque hay un antes y un después de la Ryder en todos nosotros. Los recuerdos, amistades y lazos de estas jornadas durarán toda la vida porque las amistades se hacen aún más fuertes.

-¿Cuáles son sus momentos destacados de la Ryder Cup al margen de esa edición de Valderrama gracias a la cual usted está hoy aquí presente.

-Por supuesto. Por señalar sólo tres, me quedaría con nuestra primera victoria en suelo estadounidense en 1987, con la emotividad de la cita de Irlandas de 2006, marcada por la presencia de Darren Clarke después del fallecimiento de su esposa y, por supuesto, con el momento en el que Sergio batió el récord europeo de puntos de todos los tiempos al ganar a Fowler.

-Desde 1993 Estados Unidos no ha ganado la Ryder en Europa. Son siete victorias europeas consecutivas a este lado del Atlántico. ¿Es más una motivación para ellos romper la racha o para ustedes manterla?

-Bueno, yo no sé lo picados que venrán ellos, pero desde luego nosotros queremos alcanzar la octava victoria y así llegar a los treinta años redondos invictos. Puedo asegurar que estamos mentalizados para ello.