Ingebrigtsen, el campeón de las espantadas

Esta segunda espantada tiene lugar después de su extraña desaparición de Nochevieja. El noruego llegó a Barcelona acompañado de un séquito familiar de 12 personas a finales de diciembre. Confirmó su participación en la rueda de prensa previa a la Cursa dels Nassos, llegó a hablar de intentar el récord mundial de 5 kilómetros sobre asfalto y la ciudad condal aguardaba con interés su carrera la última tarde del año. Tampoco participó allí.

Se habló de una infección de garganta, de que comunicó a los organizadores su baja una hora antes de la prueba, de que no se sentía preparado... y sin embargo se le vio entrenar sin problemas aquellos días en las calles y parques barceloneses. Al final, todo aquello desprendía más un aroma de vacaciones familiares pagadas en Barcelona.

No se puede decir precisamente que Jakob Ingebrigtsen no disfrute viniendo a España. El prodigioso mediofondista noruego, un atleta cuyo caché está en los 30.000 dólares por carrera, se entrena muy a menudo en el Centro de Alto Rendimiento de Sierra Nevada, donde curiosamente comparte muchos días con su gran rival en Europa, el español Mohamed Katir, actual plusmarquista europeo de 3.000 metros tras su brutal galopada de la semana pasada en Lievin. Son muchas las ocasiones en las que los atletas concentrados en Granada se encuantran con letreros indicando que las cintas rodantes de entrenamiento están reservadas para uso exclusivo de Ingebrigtsen. «Comité Olímpico de Noruega», se suele leer en los carteles adheridos en las máquinas de entrenamiento.

«Yo creo que anda con problemas de bronquitis, no está del todo bien de salud este invierno, siempre se queja de la respiración», afirma Miguel Mostaza, el número uno de los mánager españoles de atletismo y una de las personas mejor informadas a nivel internacional. «Sin embargo, es cierto que el otro día en Lievin corrió en 3:32 el 1.500 y lo hizo francamente bien», añade.

Juan Carlos Higuero, excampeón de Europa de 1.500 metros, lamenta la nueva renuncia del noruego. «La verdad es que ya es su segundo intento fallido de correr en nuestro pais. Primero lo de Barcelona y ahora falla en Madrid cuando le vimos correr muy bien en Francia el otro día. A mi me causó una gran impresión con su 1.500 de Lievin. No sé, ahora han declinado competir en Madrid. La decisión es suya y habrá que respetarla. Me dicen que le han invitado ya para 2024. ¡A ver si a la tercera va la vencida!», concluye el burgalés.

Otra de las razones de la nueva espantada de Ingebrigtsen puede estar precisamente en lo que pudo ver personalmente el pasado miércoles sobre la pista, en el World Indoor Tour de Lievin. Allí el etiope Girma y el español Katir corrieron un 3.000 superlativo, ambos por debajo del récord mundial. ¿Pudo eso influir? ¿Pudo ser una razón más para borrarse de Madrid? «Yo creo que sí», opina Miguel Mostaza. «Hay que tener en cuenta que este crono de Katir en 3.000 metros asusta. Igual que da miedo enfrentarse al estadounidense Nuguse, con sus recientes 3:47 en la milla. Y si aparece Ingebrigtsen en el 3.000 de Madrid, pues todos estos se van a mover al 3.000 para intentar ganarlo. Yo creo que Ingebrigtsen ha pensado todo esto fríamente y ha recapacitado», concluye Mostaza.

Jakob Ingebrigtsen parece guardar sus últimas balas del invierno para la semana que viene. Se disputan en Estambul (del 2 al 5 de marzo) los Campeonatos de Europa indoor y Noruega quiere ver a Ingebrigtsen en lo más alto del podio. Todo indica que arriesgará al máximo y doblará distancias. En la capital turca buscará sendas medallas de oro en los 1.500 y en los 3.000 metros... si no da la espantada.