Max Tuñón: «El Mundial ha acelerado las reformas laborales en Catar»

-¿Qué se encuentra al llegar? ¿Era tan catastrófica la situación de los trabajadores inmigrantes?

-La historia de la participación de la OIT en las reformas laborales se remonta a 2014, cuando los sindicatos internacionales presentaron una queja contra Catar por el incumplimiento de las normas laborales internacionales fundamentales. En el centro de esta queja estaban las alegaciones de que el sistema 'kafala' estaba permitiendo la explotación e incluso el trabajo forzado, y que las estructuras reguladoras del país no detectaban ni resolvían adecuadamente las violaciones de los derechos laborales. Esto ponía a muchos trabajadores en una situación vulnerable, pero sugerir que todos los trabajadores vivían en condiciones catastróficas no es exacto. Es importante señalar que nuestro programa afecta a toda la mano de obra de Catar, y no solo a la construcción o a los empleados en proyectos relacionados con la Copa del Mundo, que en su momento álgido contaba con 32.000 trabajadores, menos del 2% de la mano de obra total del país. Las normas de bienestar de esos trabajadores superan lo estipulado en la legislación laboral.

-¿En qué consiste exactamente el sistema 'kafala'?

-Vincula la entrada, la estancia y la salida de todo trabajador extranjero en Catar a un patrocinador. Por eso su desmantelamiento está en el centro del programa de reforma laboral. En concreto, la posibilidad de que los trabajadores abandonen el país o cambien de trabajo sin el consentimiento de sus empleadores. Ahora los trabajadores tienen más poder para negociar mejores condiciones, y los empresarios se ven incentivados a ofrecer mejores condiciones de trabajo y de vida para atraer y retener a su mano de obra. En el primer año desde que se introdujeron estas reformas más de 240.000 trabajadores cambiaron de empresa, una proporción importante de la mano de obra.

-¿Cómo eran hasta ahora las condiciones de vida de esos trabajadores?

-En Catar viven más de 2 millones de extranjeros, el 95% de la población activa, y están empleados en todos los sectores de la economía y con todos los niveles de renta. Por tanto, es imposible generalizar. Normalmente, los trabajadores con salarios bajos, en la construcción, la seguridad, la limpieza... viven en alojamientos proporcionados por sus empleadores y regulados por la ley. El alojamiento de los trabajadores masculinos con salarios bajos se concentra en gran medida en la zona industrial, mientras que el alojamiento de las mujeres puede encontrarse en diferentes lugares. En cuanto a la calidad de los alojamientos de los trabajadores con salarios bajos se observa un amplio espectro. Algunos empleadores ofrecen alojamientos que superan los requisitos mínimos legales, pero seguimos teniendo noticias de incidentes de alojamientos de baja calidad.

-¿Tienen libertad de movimientos esos trabajadores?

-La ley no prevé la restricción de movimientos para los residentes extranjeros. Dicho esto, sabemos que algunos establecimientos privados restringen el acceso de una determinada cohorte de trabajadores masculinos en nombre de los 'días de la familia'.

-¿Qué otros progresos ha logrado la OIT en estos años?

-Hemos visto avances significativos en términos de nuevas leyes y políticas y en el papel de las instituciones para garantizar la aplicación efectiva de estas leyes. Además de la introducción de las reformas de la 'kafala', se ha instaurado un salario mínimo y una ley sobre el estrés térmico. Otro hito clave ha sido el diálogo social y el compromiso con los trabajadores y los empleadores. En ese sentido, Catar es el primer país del Golfo Pérsico en adoptar un salario mínimo no discriminatorio en la legislación. Los trabajadores domésticos también están cubiertos por esta ley, lo que no ocurre en muchos países. Es algo que acogimos con mucha satisfacción. Más de 280.000 trabajadores (el 13% de la población activa) se han beneficiado de la introducción del actual salario mínimo y de su aplicación efectiva. Hay pruebas que demuestran un alto índice de cumplimiento.

-¿Cómo se abordó el problema del estrés térmico?

-Representa uno de los principales riesgos laborales para los trabajadores de Catar, por lo que realizamos, junto con el Ministerio de Trabajo y el Comité Organizador del Mundial, la investigación más profunda que se ha hecho en todo el mundo sobre el impacto del estrés térmico en la salud de los trabajadores. Estudiamos el impacto fisiológico del calor en los trabajadores, los monitorizamos a lo largo de sus turnos de mañana y noche, y probamos diversas estrategias de mitigación del estrés térmico, como la hidratación, la ropa o los ratios de trabajo y descanso. Esta investigación ayudó a fundamentar la nueva legislación, adoptada en mayo de 2021, que amplía la ventana en la que el trabajo al aire libre está prohibido. Según la nueva ley, todo el trabajo al aire libre está prohibido entre las 10 de la mañana y las tres y media de la tarde del 1 de junio al 15 de septiembre. Además, la legislación establece un umbral a partir del cual deben detenerse todos los trabajos al aire libre, sin importar la hora del día o el día del año. También obliga a los empresarios a realizar exámenes de salud anuales a los trabajadores de exteriores.

-¿Se cumplen las nuevas normas?

-El Ministerio de Trabajo inspecciona regularmente las obras para controlar el cumplimiento de la ley. Por ejemplo, en el primer año de aplicación de la nueva legislación sobre el estrés térmico, en 2021, se clausuraron 338 empresas, a las que se les paralizó el trabajo durante tres días.

-¿Que queda pendiente para los próximos años?

-Existe un reconocimiento universal de que hay lagunas en cuanto a la aplicación de las reformas laborales. Esto no es sorprendente dada su magnitud. Se necesita tiempo para crear instituciones y cambiar la mentalidad. Entre nuestras principales prioridades está la necesidad de abordar las represalias de algunos empresarios sin escrúpulos contra los trabajadores que desean cambiar de empleo.

-En su opinión, ¿cuál es la verdad sobre el número de trabajadores muertos en los últimos años?

-La cifra de 6.500 muertes publicada originalmente en 2021 ha sido ampliamente reproducida, no siempre incluyendo el contexto y los detalles del artículo original, y a menudo atribuyendo estas muertes a la construcción de las obras del Mundial. La cifra de 6.500 fallecidos incluye todas las muertes de la población migrante del sur de Asia, sin diferenciar entre los trabajadores y la población migrante en general, que incluye niños, ancianos o adultos no activos, y sin diferenciar si las muertes se produjeron por motivos laborales o no laborales. Esa población migrante representa bastante más del cincuenta por ciento de la población total. Mi organización, con el fin de comprender adecuadamente el número de muertes relacionadas con el trabajo en Catar, colaboró con el Gobierno y varias otras instituciones para publicar un informe que presentaba el conjunto de datos más completo disponible sobre la cuestión. Descubrimos que en 2020 se produjeron 50 muertes relacionadas con el trabajo, 506 lesiones graves y 37.000 lesiones leves y moderadas. Por su parte, la organización del Mundial ha informado de tres muertes en el lugar de trabajo y de 37 muertes fuera del mismo.

-¿Se mantendrá la oficina de la OIT en Doha después del Mundial?

-Estas reformas laborales no tienen que ver solo con la Copa del Mundo. El proyecto de la OIT estará vigente hasta diciembre de 2023. Sin embargo, el Gobierno de Catar ha solicitado formalmente que se establezca una oficina permanente. Hay mucho trabajo por hacer.

-En un mes Catar se convertirá en el centro del mundo, observado de cerca por millones de personas. ¿Está preparado el país para un evento de este calibre?

-El periodo concreto de la Copa del Mundo planteará algunos retos específicos, sobre todo por el movimiento de trabajadores que terminan sus contratos y regresan a casa o cambian de trabajo, y la llegada de decenas de miles de trabajadores que llegan a Catar de forma temporal. Estamos colaborando con el Gobierno y otras entidades para apoyar campañas de inspección específicas y mecanismos de reclamación eficaces durante el torneo. El Mundial ha acelerado las reformas laborales en Catar, y esperamos que sea una oportunidad para que Catar y el mundo vean cómo los megaeventos deportivos pueden aportar cambios positivos y dejar un legado en materia de derechos humanos.