De la hoguera a la «novia de España»
Sara Carbonero, la otra estrella del Mundial, ha pasado de ser criticada por salir con Iker Casillas a protagonizar la imagen más apasionada
ABC
«Cómo empezó la cosa y mira ahora». Con esta frase, Sara Carbonero se dirigía a Iker Casillas tras la victoria de España en el Mundial refiriéndose a que no todos daban por favorita a la roja cuando perdió contra Suiza. Una exclamación que encaja ... a la perfección con ellos mismos, la pareja más perseguida del Mundial.
Ante el primer revuelo «rosa» sobre la peculiaridad de que el capitán y la periodista fueran a vivir tan cerca (pero tan lejos) el Mundial, la expectación mediática era muy intensa. Pero España perdió el primer partido y la polémica estalló con las primeras críticas a Carbonero. La culpa era suya, según la portada del «Times». «Spains defeat? Blame the girlfriend», publicaba. Esto es, «¿La derrota de España? Culpen a la novia» y acompañaba el titular con una fotografía de Carbonero. En las páginas interiores el periódico llegaba a acusar a la periodista de distraer al capitán. Y por si esto fuera poco, destacaba su belleza y glamour.
Con la acusación llegó el escándalo. El presidente de la Asociación de la Prensa de Madrid, Fernando González Urbaneja, calificó de «una vergüenza» que la periodista se colocara al lado de la portería porque «rompe con los principios elementales del periodismo», a lo que Telecinco replicó recordando que la ubicación de los periodistas a pie de campo «está asignada por la FIFA».
En la calle la acusación sentó como un insulto. La roja podía mucho más (como lo ha demostrado) y destacar al portero por su vida sentimental en portada rayaba lo amarillista.
El siguiente «momentazo» televisivo-amoroso fue tras el partido contra Alemania, cuando Sara entrevistó al portero . Evidente su alegría y también sus ganas de pasar desapercibida como novia. A Sara la sacaron pronto de plano: un mensaje, la profesionalidad.
Y ayer llegó lo más esperado. Tras la grandiosa victoria, la periodista esperaba a las puertas del vestuario para entrevistar a los protagonistas de la noche. Y apareció Casillas. Se le veían las intenciones, su mirada cómplice y cariñosa. «Qué te voy a decir» le dijo Iker... «Pues que me digas cómo estás, cómo te sientes» respondió, controlándose, Sara.
Pero Iker estaba exultante. Se lo agradeció a sus padres, de su hermano... «y a ti». Se abalanzó sobre ella y le besó . En muchas casas y bares, los espectadores soltaron un grito parecido al del gol. Con este beso, el portero demostró que los ingleses estaban equivocados respecto a su novia, que lejos de «distraerle», le hace feliz, y que es un chico sencillo, espontáneo... y enamorado. A ver quién se mete ahora con Sara.
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