Desde mis Antípodas
Salma, al amanecer
5:35 de la mañana. España está en semifinales de un Mundial. Hay momentos para la Historia e historias para cada momento
España se crece ante Países Bajos y firma su primera semifinal en un Mundial
Salma Paralluelo celebra el gol de la victoria
5:35 de la mañana. España está en semifinales de un Mundial. Hay momentos para la Historia e historias para cada momento. Sobre los primeros, vamos a tener suficiente literatura, porque España ha estado magistral ante Países Bajos. Así que prefiero quedarme con esas ... otras historias que, por apócrifas que sean, siempre tiran de lo bueno, de lo discutible, y de un contexto en el que encaje todo, para coger forma. Que no nos falte nunca el contexto.
Salma, una atleta convertida en futbolista, prolonga nuestro sueño. Estamos hablando del Campeonato del Mundo femenino más seguido de todos los tiempos, con récords de audiencias en horarios alejados del prime time. De una cita en la que, en algunas ruedas de prensa, se aborda algo más que los puntos fuertes del rival. En la que los perfiles de las estrellas se reseñan, junto a los logros futbolísticos, aspectos tales como la condición de abanderada de Alexia Putellas en la ayuda a los refugiados, el activismo en pro de la igualdad salarial de la bicampeona mundial Megan Rapinoe o el liderazgo de la nigeriana Michelle Alozie en la lucha contra el cáncer infantil. Un Mundial en el que la inglesa Chloe Kelly ha lanzado un penalti que ha alcanzado los 111km/h, superando en potencia a todos los goles de la Premier League en la pasada campaña.
Hasta aquí el contexto, ese que nos ayuda a certificar que el fútbol femenino está ganando músculo y que España se está quedando con una buena porción de esa ganancia. Se le exigía tener un plan y lo ha tenido. Competir y ha competido. Nunca se habían alcanzado unas semifinales y hemos aprendido a confiar en este grupo a golpe de realidad. Esta madrugada, en la que el combinado nacional no ha dado tregua alguna a Países Bajos, algunos han aprendido lo que es la fe.
Que levante la mano quien, hace un mes, apostó por una España entre las cuatro mejores del mundo. No hagan trampas, que saben que era una quimera. La Historia nos deparaba una sorpresa y nos ha pillado a contrapié a casi todos, menos a los que siempre creyeron aquello de que quien resiste vence y han llevado esa convicción hasta las últimas consecuencias en el terreno de juego, a la sazón, las 23 semifinalistas y sus mandos. No muchos más. De lo que deduzco que, lo único discutible, es sobre qué vamos a discutir ahora que hemos logrado un sueño. Gracias, Salma.