Resultado Valencia-Real Madrid
Primera derrota de Zidane ante un Valencia pujante
Los de Marcelino se imponen con un gol en cada parte y un gran Parejo. El dominio posicional y la posesión madridista no tuvieron traducción ofensiva
Crónica
Después de dos partidos en casa y ante rivales menores, la postemporada de Zidane llegaba a Mestalla con el Valencia centenario , en racha y jugándose además entrar en la Champions. Salía el Madrid, por tanto, de la zona pantuflera de la tabla y ... se enfrentaba a un toro bravo.
Empezó el Madrid con buen pulso . En Mestalla había una tranquilidad ambiental que mezclaba una huelga de mutismo de parte de la hinchada con una serenidad engañosa que no se parecía al ánimo bullente de siempre.
El Madrid tenía la pelota, pero faltaba saber qué haría con ella. Su dominio más que dominio era predominio.
La primera forma de peligro apareció como un alien en el partido en el minuto 19, en una contra en la que Rodrigo no confió en su pierna derecha. Como para compensar, Kroos chutó un tiro blando y desesperanzado que paró Neto.
De ese tener la pelota del Madrid había que averiguar qué porcentaje era mérito suyo y cuánto una decisión de Marcelino, que disfrutaba en la banda ordenando enfáticamente los repliegues de sus jugadores. Parecía bastante contento.
Se veía más a Modric que a Parejo, que más que tocar aún miraba, pero ese control del Madrid empezaba a lindar con el sopor . El Madrid era mejor donde no importa mucho serlo. Lucas era romo, Asensio, que le puso voluntad, no terminaba de irse de nadie, Kroos seguía en esa diagonal misteriosa suya que no se sabe si es sublime o si es puro ocultismo -no se sabe, pero empezamos a tener una idea- y Benzema, futbolista de culto, el protagonista de las erecciones de meñique -y quizás no solo- de gran parte de la prensa, realizaba su danza ninja hacia dentro, su fútbol tántrico .
Mestalla, que estaba tranquilo, buscaba una excusa para encenderse y quiso encontrarla en un balón que a Ramos le dio en el pecho. Le quedaba poco para estallar, porque en el 34 llegó el gol . Un gol que fue en realidad el primer chut y en cuyo origen remotísimo estuvo Parejo. La acción acabó en un córner que Keylor no atrapó y el despeje le quedó a Guedes , que tras una pared con Soler batió al antedicho con bastante soledad y mucho tino.
Keylor está siendo protagonista de una extraña campaña de apoyos que solo pondera sus éxitos, ignora sus peores partidos y minusvalora a Courtois, el mejor portero del Mundial no por casualidad .
El gol animó mucho al Valencia, que ya había dejado una imagen de equipo bien coreografiado. Hubo ocasiones de Kondogbia, Rodrigo, y en general buscó las bandas. Se ve lo trabajado que está no solo en la defensa, también en las rápidas salidas a la contra y en la armonía entre los interiores y lo que hacen los laterales como flechas. Rapidez y coordinación, eso se percibe.
El Madrid, más que percutir, repercutía y en la última contra del Valencia se vio que Marcelo, estrellado en ataque contra Kondogbia, llegaba a su posición defensiva segundos después que Wass. Parecía un aviso para la segunda parte.
Por ese lado llegó luego una contra de Soler que no fue gol gracias a Keylor.
En el intento de respuesta del Madrid, de nuevo muy elaborado, volvía a ser protagonista Odriozola .
Las respuestas del Valencia iban dirigidas (con la visión aerostática de Parejo) a la espalda de esos mismos laterales y así Rodrigo rondaba otra vez el gol.
El esforzado juego de Marcelo y Odriozola (que en Marcelo tenía algo de últimas voluntades) no era secundado por las clases superiores de la mediapunta y Zidane movía el banquillo. Entraron Isco y Bale .
El ataque del Madrid quería tener más matices y escalas, salir de esa fútbol anterior completamente chato.
Soler falló una contra de cuatro contra dos y en el Madrid Isco parecía hacer de nuevo cosas con sentido. Es el jugador que más se ha extraviado estos meses con los cambios de entrenador del Madrid y la Selección. Es otra forma de mirarlo, no del todo injusta: Isco como víctima del desvarío táctico en España y el Madrid. Isco, víctima de un verano loco y "horribilis".
Pero eso aún era poco y Zidane puso a Mariano por ver si rescataba del limbo algún centro . El Valencia estaba igual, pero más atrás y con las alas de repuesto (Cheryshev y Ferrán). Guedes y Soler se habían extenuado y habían fabricado el gol.
En las contras del Valencia se hacía patente la dificultad de este equipo para el gol, prima hermana de la del Madrid. Pero en el 83, en otro córner, Garay remató fabulosamente un balón esculpido por Parejo . Viejos conocidos le marcaban al Madrid y Mestalla cantaba el grito acostumbrado.
Benzema marcó en el 93 . Unos minutos antes y hubiera valido para algo. Zidane deberá tomar nota de todo esto y el madridismo preguntarse quizás el motivo de que un jugador como Parejo, tan inteligente, tan sintácticamente puro, no haya tenido un hueco en tantos años de divagar mediocampista .
Ver comentarios