Laporta cede y ficha a Xavi pero se cubre por si fracasa

Si no es lunes será el martes pero una vez parada la Liga, a partir del domingo por la noche, ya estará todo listo para el último acto de este culebrón. Laporta no quiere a Xavi porque no es 'el suyo' , y no está nada seguro de que le funcione, pero no le queda más remedio que ceder a las presiones porque no tiene ninguna alternativa mejor, por lo memos en ese momento. El presidente está jugando sus cartas de tal modo que si Xavi fracasa siempre podrá decir que le presionaron para ficharlo, cuando él manifiestamente no quería, y no estará diciendo, de hecho, ninguna mentira. Si la aventura sale bien podrá decir que esta demora era pura estrategia negociadora, lo que tampoco deja de ser cierto.

Pese a esta distancia, relevante ahora y tal vez en el futuro no muy lejano, Jan i Xavi han hablado bastante estos días y la relación es buena aunque Laporta continúa pensando de Xavi que es demasiado arrogante para lo poco que de momento ha demostrado como entrenador, y que lo suyo sería dirigir al filial para forjarse. La reflexión de Jan tiene que ver con la trayectoria de Guardiola , a quien al principio tampoco quería como entrenador, porque en la campaña que le llevó a su primera presidencia, el de Santpedor apoyó a su principal opositor, el publicista Lluís Bassat. Del mismo modo, Xavi se comprometió de entrada con la candidatura de Víctor Font, aunque enseguida se desdijo cuando vio quién era el caballo ganador.

Pero por hondo que sea su pesar, y consistentes las dudas que tenga sobre el exjugador, ha llegado a la conclusión de que ni puede permanecer en la interinidad ni puede continuar dando la sensación de inacción o dejadez ante los malos resultados y un juego sin idea que se ahoga en su propia impotencia. Así 'murió' Koeman, y así caería Barjuan si le dejaran un par de semanas más. Laporta no tiene nada claro que Xavi obre el milagro, pero no tienen ningún otro clavo al que aferrarse. El acuerdo está cerrado, aunque quede algo de comedia por escenificar. Laporta no ha viajado a Doha para sellar simbólicamente el pacto en parte porque sus símbolos se los elige él y Xavi no es uno de ellos. También porque piensa que no hace falta hacer tanta comedia con los qataríes cuando todo el mundo sabe, y desde hace tiempo, que Xavi quiere ir al Barça, que ha pagado la cláusula de rescisión y jugará en Doha un amistoso a finales de esta temporada oa principios de la próxima. Ayer las conversaciones entre los representantes de ambos clubes llegaron a buen puerto sobre la base de que ellos tienen mucho dinero pero son un club insignificante y el Barça no tiene ni un euro pero somos el Barça. Y pese a todo “nuestro peso histórico y la fuerza de la marca todavía tiene ascendencia”, señaló Laporta cerrado ya el fichaje.