Negredo empaña la despedida de Iván de la Peña

Cuando Cornellá-El Prat aún estaba coreando cánticos contra la actual directiva del Espanyol, Negredo se inventó un derechazo desde fuera del área en el minuto dos de partido , tras un buen pase de Alfaro, para poner el primero en el marcador. La defensa de Pochettino salió dormida y el tiro pilló en frío a Cristian Álvarez.

Osvaldo dio los primeros avisos al Sevilla. El delantero ítalo-argentino peinó un balón tras un centro de Luis García, desde la izquierda, que Javi Varas detuvo sin problemas. Y en la siguiente jugada, el máximo realizador "perico" casi deja sentados a dos defensas sevillistas, aunque la jugada quedó en nada. El Espanyol mordía. Osvaldo, otra vez, disparó con fuerza por encima del larguero en el 19. En la siguiente jugada Medel sacó un tiro de Iván Alonso bajo palos y al mismo uruguayo, en otro zarpazo perico, le faltaron milímetros para rematar una falta botada por Luis García y sorprender al meta. Del Sevilla no había noticias.

Los de Gregorio Manzano tenían suficiente con el 0-1. O eso parecía. La presión sobre el área de Cristian Álvarez era prácticamente nula y los futbolistas del Sevilla se limitaban a esperar las acometidas locales. De fondo, seguían las protestas de la grada hacia la directiva pidiendo más ambición al Espanyol. El conjunto andaluz, sin embargo, necesitaba poco para poner en apuros a la zaga de Pochettino. Una carrera de Kanoute asustó a la afición. El primer aviso del malí acabó en nada pero después, en el 46, no falló. Seco, raso y colocado fue su tiro, tras un pase de Luis Alberto. El 0-2, dedicado a su fallecido padre hace una semana.

Las palabras de Pochettino en el descanso surtieron efecto. Osvaldo lideró a un Espanyol más incisivo y, en el 54, marcó el 1-2 aprovechando la visión de juego de Verdú y un error defensivo visitante. La réplica del Sevilla fue terrible: Negredo empalmó un centro muy lejano de Cáceres. Un auténtico golazo del madrileño. Quedaba media hora de partido y el escenario no era muy optimista para los intereses del Espanyol. Los catalanes llegaban a la meta de Javi Varas pero les faltaba acierto y contundencia para el gol. Pero Osvaldo apareció otra vez en el 74 y le devolvió el favor a Verdú con una gran asistencia para que el catalán pusiera el 2-3.

No había mucho más tiempo para reaccionar. El reloj obligó a los de casa a practicar un fútbol más directo pero el Sevilla supo atacar con cabeza, sin arriesgar demasiado. Sólo De la Peña, que jugaba su último partido como profesional, lograba poner en jaque con sus pases a la defensa andaluza. Aunque el marcador no se movió.