Hoy se decide el futuro de Koeman

No obstante, Laporta sabe que no es tan sencillo y se encuentra con diversas trabas. Hay tres de mucho peso. Por un lado el visto bueno de Mateu Alemany, que ya ha empezado a planficar el futuro con el neerlandés. Echar a Koeman significaría el primer topetazo serio con uno de los ejecutivos de más peso de la entidad, polémica desaconsejable tras la marcha de Jaume Giró poco después del triunfo en las urnas por ciertas desavenencias con el mandatario. Se evidenciarían ciertas grietas en el proyecto pocas semanas después de iniciarse la lesgislatura. Por otro lado, hay una vertiente económica. La destitución del técnico, que ya ha dejado claro su intención de cumplir su contrato, obligaría al club a pagar una indemnización de 7,5 millones de euros en un momento de crisis económica. Y finalmente, la ausencia de una alternativa clara en el mercado aborta el despido del técnico. Con Hansi Flick comprometido para dirigir a la selección alemana , Xavi Hernández se perfila como la única opción atractiva para suceder a Koeman. Aunque buena parte del órgano rector de la entidad culé apuesta por el excentrocampista, Laporta duda de la idoneidad del momento y preferiría que Xavi se curtiera en el filial, como en su momento sucedió con Guardiola y Luis Enrique . Además, el catalán quiere plena libertad sobre todo lo concerniente al primer equipo, lo que implicaría una revolución que afectaría a los preparadores físicos y servicios médicos. Demasiadas exigencias en un momento e vacas flacas.

Laporta y Yuste, que ya mantuvieron un almuerzo informal la semana pasada con Koeman, son conscientes de las explicaciones del técnico, que llegó muy preparado a aquel encuentro, presentando números y una serie de argumentos que justificaban la trayectoria del equipo esta temporada. Muchas de sus explicaciones quedaron recogidas en la última rueda de prensa del preparador, tras la victoria ante el Eibar, en la que lamentó la edad de algunos de los futbolistas, la imposibilidad de reforzarse este pasado verano, las numerosas lesiones de larga duración que debilitaron al equipo o el desequilibrio de un equipo que cojeaba en algunas posiciones determinadas. «Con el equipo que tenemos era imposible ganar el doblete» , sentenció Koeman este pasado sábado, asegurando que si seguían la hoja de ruta que había diseñado junto a Alemany, la afición azulgrana podría ilusionarse de nuevo.