El Atlético, por la puerta grande

El esperado infierno que esperaba al Atlético fue prácticamente un paraíso. El estadio Alonso Henriques, que se había preparado para ser un hervidero, languideció pronto.

Una falta sobre el argentino Eduardo Salvio , quien había recogido un pase entre líneas del portugués Tiago, le dio a Gabi la oportunidad de adelantar a los colchoneros desde los once metros. El madrileño no falló.

La defensa adelantada del Guimaraes facilitaba la vida a los "colchoneros". Sin coordinación, la retaguardia lusa no tiró bien el fuera de juego y echó por tierra la estrategia de presión del "profesor" Manuel Machado.

Los españoles, conscientes de su calidad atacante, aprovecharon el regalo táctico y finiquitaron la eliminatoria en una acción calcada a la del primer gol , apenas con otros protagonistas.

Salvio, que se alternó con Reyes en las bandas, sirvió a Adrián, quien regateó con calma al portero Nilson para poner un punto y final a una posible heroicidad portuguesa.

Los hombres de Gregorio Manzano, cuya superioridad en todas las facetas del juego fue evidente, no lograron una escandalosa goleada en la primera parte por falta de acierto.

El árbitro hizo la vista gorda en un claro penalti sobre Adrián, Reyes remató al palo una contra muy bien hilvanada y Nilson se multiplicó para salvaguardar el honor de los suyos.

El único atisbo de peligro a la portería del belga Courtois correspondió al ariete brasileño Edgar, un gigante habilidoso que se atrevió a probar a la zaga madrileña.

El Atlético, con el brasileño Elías en el campo, administró su ventaja con cordura. El 4-2-3-1 ensayado por Manzano proporcionó al equipo una mayor cohesión táctica y potenció las cualidades de sus estiletes Reyes y Salvio.

Ambos extremos estuvieron muy bien apoyados por el brasileño Filipe Luis, en la izquierda, y el portugués Sílvio, en la derecha, dos futbolistas consistentes en defensa y con criterio para atacar.

Precisamente el de Utrera estuvo en el origen del tercer gol. Cabeceó en el área pequeña y obligó a una ágil parada de Nilson, cuyo rechace lo empujo Adrián.

Y en el cuarto fueron Sílvio y Salvio los protagonistas. El luso centró y el argentino remató de primera.