REAL MADRID
Maestro de ceremonias Casillas
Fue el encargado de vestir a la diosa Cibeles con los colores del Madrid, pero además agradeció el apoyo de los aficionados, ensalzó a Cristiano y prometió volver con la Décima
MIGUEL ZARZA
Antes de que el resto de futbolistas abandonaran el estadio Santiago Bernabéu, punto de encuentro de la plantilla, Íker Casillas ya estaba en lo alto del autobús que les llevaría al encuentro de la diosa Cibeles. El capitán ejercía como tal, se ... sabía protagonista principal de los festejos y marchaba un paso por delante de los demás . En el trayecto hasta la emblemática plaza del madridismo, el mostoleño se mezcló con sus compañeros. Rió con unos, gritó con otros y disfrutó con todos . Pero al llegar ante el edificio del Ayuntamiento todas las miradas apuntaban ya hacia él. Como primer capitán del equipo suya era la responsabilidad de recorrer los últimos peldaños de la pasarela para vestir a la diosa con los colores del club blanco . No era su primera vez. Ya el año pasado había tomado el relevo de Raúl a la hora de celebrar el título Copero conquistado ante el Barcelona. No obstante, sí era su primera Liga como capitán. Y quizás por eso se le pudo ver muy emocionado . Por eso y por la dificultad del torneo. «Ha sido una Liga muy difícil, muy sufrida, pero al final la hemos conseguido por toda esta gente que está aquí, que se lo merece todo », señalaba ante los micrófonos de los medios que cubrían los festejos merengues. Lo primero era agradecer el apoyo de una afición volcada con el equipo. Pero sus mensajes no quedaron ahí. Besó el escudo en varias ocasiones y prometió a los suyos que volverán a Cibeles con más victorias. Con sus manos abiertas, Casillas marcó una cifra: el diez. La décima. Y seguidamente hacía un gesto con el que daba a entender que una de las próximas citas con la diosa sería para ofrecerle el ansiado título continental ... «El año que viene os traemos la décima», parecía decir...
Reconocimiento a Cristiano y Mou
No fue la última imagen de la tarde protagonizada por el guardameta. Cuando buena parte de sus compañeros se dirigían ya hacia el autobús que les devolvería al Bernabéu, después de haberse acercado hasta las vallas que les separaban de los aficionados, Casillas permaneció en la pasarela. Buscó a Cristiano Ronaldo y le echó el brazo al hombro . El capitán llevó al portugués, hombre gol de este Madrid de los récords, a cada uno de los puntos cardinales de la pasarela para que recibiera el calor de todos los madridistas. Y mientras el luso recibía los aplausos y los cánticos Casillas le señalaba. Un gesto de reconocimiento a la extraordinaria temporada de Ronaldo. Y un gesto para terminar de desterrar los rumores sobre una mala relación entre ambos. Es cierto que hay que analizarlo en su contexto, la celebración de una Liga, pero no es menos cierto que el madrileño no estaba obligado a hacerlo... Ya antes, en el recorrido hacia Cibeles, Casillas imitaba a algunos compañeros de vestuario, como Arbeloa, y colgaba en las redes sociales una foto en la que posaba con su técnico, Jose Mourinho, muy sonrientes los dos . Solo que el guardameta añadía un irónico mensaje: «Nos llevamos fatal» Casillas fue, en la celebración de la trigésimo segunda liga del Real Madrid, el maestro de ceremonias perfecto.
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