El Boxing Day alivia a Arteta

Sin duda, un triunfo vital para Arteta, que en un año ha experimentado sensaciones tan dispares como verse campeón hasta en dos ocasiones y, también, sentirse con pie y medio en la cola del paro. Sí se puede decir que Arteta mejoró el trabajo de su antecesor, sin lograr, es cierto, nada del otro mundo. Al menos en la Premier, que cerró con un discreto octavo puesto. Lejos quedan aquellos tiempos con Wenger en los que nunca se escaparon los puestos europeos. Sin embargo, Arteta logró un billete para la Europa League, y lo hizo tras conquistar la FA Cup ante el Chelsea. Meses después, repetiría metal con la Community Shield conquistada frente al Liverpool. No parecía un mal balance para su primera temporada.

Tampoco empezó mal la siguiente, que se remató en octubre con el esperado fichaje de Thomas Partey , cerrado el último día de mercado. El hasta entonces centrocampista del Atlético llegaba a un equipo que acababa de ganar al Sheffield United y marchaba cuarto en la Premier, por lo que su incorporación parecía un argumento más de cara a instalarse en la cada vez más competida zona alta de la liga. Sin embargo, desde entonces solo se había cosechado una victoria en nueve partidos. Hasta ayer, en el duelo más pasional de todos, contra el rival vecino en el Boxing Day, cuando el Arsenal se hizo fuerte en el Emirates Stadium y se impuso a un Chelsea que peleaba por incordiar al Liverpool en lo más alto de la tabla. Un partido que el Arsenal afrontó con varios jóvenes en el once inicial y que supo jugar desde el inicio, labrándose una victoria merecida por la seriedad y el compromiso mostrado sobre el césped.

Es, hasta el momento, la última parada de la particular montaña rusa de Arteta en este 2020, capaz de guiar al Arsenal a un doblete de títulos que no se conseguía desde hacía un lustro y de firmar meses después el peor inicio liguero en varias décadas. Una deriva en las últimas semanas que había alimentado los rumores de su posible destitución en caso de derrota ante el Chelsea. El propio Arteta era consciente de la gravedad de la situación, cuando aseguró que «los próximos partidos» serían «cruciales» para ver hacia dónde se dirigía el club. Se trata, pese a la victoria de ayer, de un equipo con multitud de carencias, con problemas en las dos áreas, y con Özil, el mejor pagado de la plantilla, apartado del equipo desde marzo. El Arsenal despedirá 2020 visitando el campo del Brighton, en una cita que podría confirmar la mejoría del equipo o, por el contrario, volver a colocar a Arteta en el alambre.

El otro gran partido de la jornada fue el Leicester-Manchester United, que se saldó con empate tras el autogol de Tuanzebe a cinco minutos del final y que permite a los locales seguir segundos en la Premier. Fueron mejores los diablos rojos, que se adelantaron gracias a un gol de Rashford. Barnes empató para el Leicester antes del descanso y Bruno Fernandes puso el 1-2. Un rebote desafortunado en el 84 fue el definitivo 2-2. Un resultado que favoreció al Liverpool , que sigue en cabeza en la Premier y podría aumentar esta tarde la ventaja con sus perseguidores en su duelo contra el West Brom.