Un Barça mediocre y Clos Gómez golean al Sporting

Homenaje previo a Quini , y la lluvia como si quisiera llevarse las últimas barracas del día. Cuando arrancó el partido, dejó de llover y el Barcelona articuló desde el primer segundo algo que por fin se parecía significativamente a su fútbol, aunque sin finura, todavía, en el último remate. De todos modos, quien primero pudo marcar fue el Sporting, en el 10. Guerrero burló a Piqué pero el mediocre remate de Menéndez pudo atajarlo, muy oportuno, Bravo.

Pero como les suele suceder a los equipos menores cuando no aprovechan sus ocasiones, Messi adelantó a su equipo, de parabólico cabezazo, a la jugada siguiente .

En la primera gradería, y de incógnito, estaba Vicente del Bosque con su familia. De visita privada en Barcelona -porque hoy su hijo Álvaro juega un torneo de fútbol inclusivo en Santa Coloma- el seleccionador nacional quiso ir al fútbol, y a diferencia de tanto fantasma contemporáneo, se buscó sus entradas sin forzar que le invitaran al palco. El señor marqués siempre ha tenido mucha clase.

Neymar continuaba descolgado de la mejoría general del Barça, aunque tampoco es que sus compañeros hicieran gran cosa: más bien acompañaban la caída de la noche como quien despacha un trámite. El Sporting no se daba por vencido y dos jugadas de ataque en los minutos 33 y 35, le dieron alas .

El Barcelona parecía atascado, como si le faltara una velocidad, aunque en el 39 Messi le filtró una asistencia a Neymar que, pudiendo marcar, estuvo demasiado lento para resultar brillante. Exactamente lo mismo sucedió en el 42. Pero en el 44, en la portería contraria, dos extraños remates que rechazaron Mascherano y Piqué sobre la misma línea de gol , certificaban que el partido no estaba sentenciado.

La segunda parte empezó con los visitantes estirándose, presentando sus credenciales para el empate. En el 8, las carencias del Barcelona quedaron al descubierto en una sola jugada: Neymar no se atrevió a regatear al defensa y Suárez remató como si fuera de la CUP. Dentro de las evidentes dificultades, la única buena noticia, o semi buena noticia, era una notable recuperación del juego de Messi . Sin ser el de las grandes noches, remontaba.

Neymar en el 13 volvió a dudar, y a fallar, pero en el 18, entre Messi e Iniesta resolvieron el partido, en una muy buena jugada, para que Suárez rematara el 2 a 0. Hay que decir que Suárez, por poco, estaba en fuera de juego .

Fue claro en cambio el penalti por mano del defensa que en el 28 transformó Suárez. Y completamente innecesario el segundo penalti por empujón de Sanabria. Más que empujón, fue contacto. Suárez no falló. El hat trick del uruguayo contrastó con su discreta actuación. Pero lo de Clos Gómez no acabó ahí y pitó un tercer y absurdo penalti de Vranjes sobre Neymar, que marcó el quinto gol del Barça. El sexto lo consiguió otra vez Suárez, rematando brillantemente, esta vez sí, un afinado centro de Messi

Partido resuelto más que por la fuerza del talento, por el peso de las circunstancias. Más goles que sensaciones . Más distancia en el marcador que superioridad incontestable. El arbitraje perjudicó claramente a los visitantes. La Liga permanecerá, una semana más, igualada.

Se convirtió en el líder del Barcelona cuando Messi, lesionado, faltó durante dos meses en el otoño pasado. Neymar tomó entonces el mando del equipo. Todo eran elogios. El brasileño, sin embargo, no ha mantenido esa actitud el resto de la temporada. El rendimiento del fichaje más caro de la historia del club, entre 90 y 110 millones de euros (la Justicia intenta concretarlo) ha descendido de forma importante desde febrero, para ser alarmante en los dos últimos meses. El 2-2- del Villarreal, el 20 de marzo, fue el aviso de la peor racha de Neymar y del Barcelona , con cuatro derrotas y dos triunfos en el abril más duro de su vida.

En el clásico empezó todo, que diría Piqué. Neymar estuvo desaparecido en combate frente al Real Madrid (1-2) . Tampoco apareció en el duelo europeo frente al Atlético, ni en el 2-1 del Camp Nou, ni en el 2-0 del Calderón. No hizo nada en Anoeta (1-0). Y ante el Valencia (1-2) se le vio impotente. Era su quinto encuentro sin anotar. Los insultos a Jordi Alba por no darle un pase y el lanzamiento de una botella al valencianista Barragán en el túnel de vestuarios definían una pérdida de papeles producto de su mal momento físico y psicológico. Marcó el último gol en la goleada histórica al Deportivo (0-8) , pero quedó en evidencia que no está bien.

Hay un argumento en esta situación: Neymar no se ha cuidado . Su cuerpo fino desluce con extrañas protuberancias donde antes solo había abdominales. Se le achaca llevar una vida disipada. Salidas nocturnas y fiestas o reuniones en su casa o en casa de amigos, que implican que se acueste tarde y no descanse bien.

Hay un hecho que denota falta de compromiso. Malo es que un futbolista siempre sume cinco amonestaciones justo cuando es el cumpleaños de su hermana (Rafaella) en Brasil , para poder viajar. Neymar lo ha hecho dos años seguidos. Esta temporada forzó la quinta cartulina frente al Rayo, el 3 de marzo, y no jugó en Éibar tres días después para celebrar el aniversario de Raffaela. El año pasado también forzó cartulinas y no disputó el partido Rayo-Barcelona en Vallecas, el 8 de marzo. Un futbolista que quiere ser el número uno del mundo no puede estar pensando en eso. No es el carácter de jugador que requiere un club ganador como el Barcelona. Hoy, frente al Sporting, intentará resarcirse.