Los compañeros de Gregory tuvieron que jugar solo un día después de su muerte

Las imágenes antes del Westerlo-Lokeren, partido correspondiente a los play-off de la liga belga, resultaron dramáticas. Los compañeros de Mertens, visiblemente emocionados, no pudieron reprimir sus lágrimas y muchos de ellos acabaron llorando desconsoladamente durante el minuto de silencio que se guardó en memoria del defensa fallecido.

Gregoy Mertens, de 24 años, moría el jueves en un hospital de la ciudad de Genk después de permanecer en estado crítico desde que el lunes sufriera un desfallecimiento en el terreno de juego. El partido de su equipo fijado para este viernes no fue aplazado y sus compañeros tuvieron que disputar el encuentro más cruel de sus vidas.

Los jugadores del Lokeren no estaban en condiciones emocionales para disputar el encuentro y se marcharon al descanso con tres goles en contra (3-0). El deseo de los futbolistas del Lokeren era poder dedicar la victoria a su compañeros fallecido y en la segunda parte buscaron el triunfo con todas sus fuerzas. Ajustaron el marcador pero no pudieron conseguirlo porque terminaron perdiendo 4-3.