El misterioso fiasco de Vermaelen

El Barça pagó 20 millones al Valencia por el veterano Mathieu y unas semanas después oficializó el fichaje de Thomas Vermaelen , un central zurdo de 29 años, educado en la escuela del Ajax y crecido en la élite a las órdenes de Arsène Wenger en el Arsenal. Costó diez millones (más ocho en variables) y Andoni Zubizarreta, en la presentación, lo definió como un jugador «de rendimiento inmediato». Aún chirrían esas palabras del director deportivo. Y no es para menos, ya que la realidad se encuentra con el defensa belga todavía sin debutar, recluido en la puerta cerrada y únicamente plasmado, día tras día, en el tuit que el departamento de comunicación publica después de cada entrenamiento. «Vermaelen hace trabajo específico», repite el club desde hace semanas.

Y a lo tonto, ya van tres meses de enigma. Enigma porque jamás ha existido un parte médico mínimamente detallado sobre un futbolista cuya última aparición fue en la primera jornada del Mundial de Brasil. Enigma porque Luis Enrique se molesta cada vez que le preguntan por él. «Tirad de hemeroteca», despachó el técnico antes de que el Barça visitara Almería con Piqué en entredicho y Mathieu lesionado en el sóleo para tres semanas.

Vermaelen, lesionado en los isquiotibiales de su pierna derecha, de momento ha sido más noticia por su parecido al actor Jude Law (o por sus dificultades para maniobrar su inmenso todoterreno) que por meter en aprietos a Mathieu o Piqué sobre el césped. De hecho, si estuviera sano, visto lo visto, quizás no tendría demasiadas dificultades para hacerse un hueco en el once inicial. Ha jugado aún menos que Douglas , pero se le supone más calidad que al brasileño, que solo disputó 74 minutos en La Rosaleda. Solo un amisotoso contra Indonesia.