España reclama a Costa para la trampa de Eslovaquia

Para empezar, España se encuentra ante un estadio pequeño en todos los sentidos. El césped no está mal, pero las dimensiones del terreno son reducidas y apenas caben 11.000 espectadores. Del Bosque no quiere ni excusa y trata de concienciar a sus elegidos de lo que se van a encontrar. Eslovaquia no es una broma. «Tenemos un rival difícil, seguramente el más complicado de la fase de grupos. Tiene jugadores que marcan como Hamsik y los tres delanteros. Hay que tomar las precauciones necesarias. Si salvamos este partido tendríamos una posición de privilegio de cara al futuro».

Lejos del rival, a España le preocupa España y esa búsqueda de identidad. Se perdió en Curitiba y debe regresar la normalidad cuanto antes, reforzado el equipo después de los encuentros ante Francia y Macedonia. Esta semana tiene el compromiso de Zilina y el domingo juega ante Luxemburgo, dos duelos que pueden clarificar el camino de la selección.

Según lo visto, Del Bosque no probará demasiadas cosas. Su equipo será reconocible, obligado a juntar a Piqué y a Albiol porque no hay más centrales, atento todo el mundo al defensa del Barcelona porque es el protagonista de esta concentración por asuntos ajenos a la pelota. Se protege atrás mientras mira al ataque, pues ahí anda Diego Costa empeñado en pagar su deuda con España.

«Preocupado no le noto. Es muy regular en su club y nos gustaría que hiciera lo mismo que en su club. Pero algo está en nuestro debe para que no esté resultando lo mismo . Contra Macedonia cambiamos algo en lo ofensivo y esa es la idea», acepta el entrenador, que además recupera a Iniesta .

De Eslovaquia preocupa más la línea ofensiva porque ahí tiene jugadores muy interesantes. El equipo centroeuropeo, 40 de la lista FIFA, tiene a Hamsik como principal referencia, estrella del Nápoles que se reconoce por ese estridente peinado y sus llamativos tatuajes. Además, destaca Weis (ex del Español), Soch por la izquierda y Nemec, un punta corpulento que dará trabajo a la retaguardia. Del Bosque advierte del peligro en las contras y de las transiciones.

Falta todavía un poco para curar esa herida de Brasil, pero poco a poco se recupera la calma en la selección. «No podemos vivir de ese recuerdo. Hay que mirar para delante, esto es deporte. No te debes de parar. La sensación que tengo es de que es un grupo que, sin ser bueno, está lleno de gente maja y predispuesta para el trabajo. Han entrenado bien y todo el mundo está contento. Es una etapa nueva y se renuevan las ilusiones», comenta.

Esa ilusión de la que habla queda lejos ya que la gente empezará a sumarse a este viaje cuando se juegue por algo de verdad. Ahora, se da por hecho que España estará en la Eurocopa de 2016 y más con este grupo asequible (Eslovaquia, Ucrania, Bielorrusia, Luxemburgo y Macedonia como rivales) y este formato de competición. Francia, dentro de dos veranos, es el destino final.