Premier League
Özil, en el alambre
El exmadridista, más cuestionado que nunca en el Arsenal tras no haber marcado ni asistido en lo que va de temporada
Özil, en el alambre
Cuando llegó, hace poco más de un año, Mesut Özil inyectó brillo en los ojos del Arsenal. En un club condenado verano tras verano a perder a sus mejores jugadores (Fábregas, Van Persie, Nasri...) por una austeridad autoimpuesta –había que pagar la construcción del ... Emirates, la nueva casa del club–, Özil fue la primera estrella que llegaba al lado rojo de Londres, el fichaje récord de un club que llevaba casi una década sin títulos.
Unas semanas después, el Arsenal era líder de la Premier y el diez alemán brillaba como la gran estrella que había sido en Chamartín. Y sin embargo, ahora, menos de un año después, parte de la afición del Arsenal le culpa del flojo inicio del equipo y pide que Wenger le siente en el banquillo.
Özil vive el que es probable que sea el peor momento de su carrera futbolística. Volvió al Arsenal en agosto como campeón del mundo , una enorme alegría que no llegó exenta de críticas, pues la afición alemana tampoco estaba satisfecha con su actuación. Sus números en la Copa del Mundo fueron muy mundanos: un gol y una asistencia en siete partidos, pese a que fue titular en todos los encuentros de Alemania.
Özil, tras marcar su único gol del Mundial (Foto: Reuters)
Su juego tampoco fue divino: irregular entre los partidos, cada vez mostraba menos de los destellos que le hicieron ganarse el respeto del público de Bernabéu. La misma queja tenían los aficionados del Arsenal en el último tercio de la temporada, preocupados porque su gran estrella no aparecía en los partidos importantes. Y aun así, las críticas que recibió el mediapunta zurdo el año pasado no son nada en comparación a las del presente.
«¿Por qué hay que convertir a Özil en un chivo expiatorio?», se quejaba su entrenador, Arsène Wenger, en la previa del partido que juega hoy el Arsenal ante el Aston Villa. «Ha vuelto el once de agosto de la Copa del Mundo. A estos jugadores les lleva unos meses volver a su mejor nivel. Son cosas que pasan. En mi opinión, es algo más físico que mental», añadió el técnico francés.
Del centro a la banda
Wenger, no obstante, no se libra de las críticas por el rendimiento de Özil. Este año el Arsenal ha pasado del 4-2-3-1, en el que el alemán ocupaba la mediapunta, a un 4-1-4-1 en el que está condenado a jugar en banda, algo que al exmadridista no le gusta. Y lo cierto es que sus actuaciones en banda están siendo manifiestamente pobres: en cuatro partidos este año no ha participado en ningún gol del Arsenal.
«No sé qué le ha pasado desde que cambió el Madrid por el Arsenal», dice de él BallackEl teutón tocó fondo el pasado martes en Dortmund , centro de todas las críticas después de la derrota de su equipo (2-0) en la jornada inaugural de la Champions. «Debe de haber algo detrás que no sepamos», decía Michael Ballack, antes internacional por Alemania y ahora comentarista de la televisión británica. «Siempre lleva la cabeza baja y su lenguaje corporal no mejora ni siquiera después de haber ganado el Mundial».
El exjugador también daba otro apunte: «No sé qué le ha pasado realmente en el último año, desde que cambió el Madrid por el Arsenal». Ballack no ha sido el único en señalar que a Özil se le ha agotado la motivación al cambiar la insana exigencia de Chamartín por el hambriento pero conformista entorno del Emirates, sobre todo una vez que su selección le ha dado el mayor éxito que puede alcanzar un futbolista.
Entre todo, la genial efervescencia del alemán está más a prueba que nunca, en un tramo decisivo para su carrera futbolística. Cuando salió de Barajas por última vez era una estrella mundial; ahora corre el riesgo de quedarse en el estante de aquellos que un día soñaron con el Balón de Oro y terminaron agitando los brazos para que les mirase la Copa de Europa.
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