Pero, más allá de lo meramente resultadista y deportivo, hubo una anécdota que afortunadamente se quedó como tal porque podría haber acabado en tragedia.
Ocurrió durante la prueba cuando Sainz se dirigía a toda velocidad a su box.
En ese momento, un espontáneo que no ha sido identificado, se encontraba literalmente en el medio, en el espacio de frenado reservado para que el coche sea tratado por los mecánicos.
El hombre tuvo los reflejos para apartarse a tiempo gracias a que el piloto de Ferrari había reducido ya la velocidad para colocarse entre su equipo.
¿Quién era el espontáneo?
El hombre no ha sido identificado y nadie se explica qué podía estar haciendo allí, ya que por su apariencia, sin ningún distintivo ferrarista, no es desde luego un miembro del equipo.
Algunas teorías apuntan a que se trataba de un despistado invitado VIP, pero lo verdaderamente relevante es que el impactante y surrealista momento se quedó sólo en un susto.
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