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El estrés de 24 carreras que afecta a la salud mental en la F1
Críticas de los pilotos y malestar en los empleados de los equipos por el calendario abrasivo y más extenso que nunca
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Los principales pilotos, en rueda de prensa
Una cifra se ha colado recurrente en las conversaciones de los garajes, los despachos y las salas de prensa de la Fórmula 1. El 24. El guarismo comenzó a generar un estrés galopante desde que el año pasado, en el otoño, Liberty Media (la ... empresa propietaria de este deporte) dio a conocer el calendario de carreras de 2024. Tal y como había amenazado, serán 24 grandes premios en la temporada que empieza este sábado en Baréin (16.00, la carrera). Una ocupación total de los fines de semana en un negocio que funciona y que se concibe ahora como una caja registradora que deja potentes beneficios a sus dueños.
Pero las 24 carreras ya tienen una oposición firme, los pilotos están a la contra, critican ese programa abrasivo y ayer mismo, en la rueda de prensa previa al estreno, el campeón Max Verstappen dijo que esto es «insostenible».
La dirección ideológica de la F1 ha conseguido su propósito: este deporte ya no se ve como una sinfonía de válvulas, motores o juegos de neumáticos, sino como un parque temático, un lugar lúdico, una serie más en el universo de Netflix, según el cual de se conduce para sobrevivir ('Drive to survive').
El incremento de la popularidad se traduce en volumen de negocio. Los invitados vip, usuarios de primer nivel económico, pagaban el año pasado 8.500 euros en Silverstone con pulsera todo incluido, 15.000 en Miami, 27.000 en Las Vegas por un fin de semana de experiencias. Todas las entradas del paddock club, la élite de la élite en la F1, estaban vendidas desde hace semanas o meses.
Las 24 carreras implican un flujo continuo de viajes, cruzando continentes, cargando contenedores en los barcos y sacando tarjetas de embarque en una logística que afecta más a quien es menos conocido en la F1. Mecánicos, empleados de los equipos que montan y desmontan campamentos, conductores de camiones, ingenieros de segundo rango, trabajadores en general de las escuderías.
Los pilotos, muchos jefes de equipo y algunos ingenieros estrella viajan en jet privado en las citas de Europa, a veces comparten vuelo con sus colegas desde el aeródromo más cercano a Mónaco, se marchan de las ciudades sede los domingos por la tarde y no los lunes, como el resto de la tripulación. Ganan algo de tiempo tanto para llegar a los circuitos como para salir de ellos. Pero, como todos, deben viajar a 24 países en 52 fines de semanas del año.
Este frenesí ha afectado a la salud mental de los pilotos en sus declaraciones y a cualquier tipo de conciliación de los pasajeros de la F1. Max Verstappen resumió ayer la postura crítica de los pilotos con elocuencia: «Creo que ya estamos muy por encima del límite de carreras. Todavía soy joven, pero sé que no voy a estar 10 años más haciendo 24 carreras al año. Hay que pensar en la calidad en lugar de la cantidad, y por mi parte, lo he dicho con anterioridad, esto no es sostenible». Las 24 ya condicionan los pensamientos de futuro del gobernador de la F1.
Carlos Sainz aporta otro punto de vista en la misma línea. «Como piloto que soy, me encanta el formato de la Champions League porque sucede con cuentagotas. Y creo que la Fórmula 1 está siendo demasiado constante y corre el riesgo de que se pierda el apetito. La F1 tiene que ser exclusiva, seguir siendo un deporte que la gente tenga ganas de ver y no que se acostumbre, que enciendan la televisión como si fuera una jornada de Liga cualquiera».
18 carreras
La agenda de la Fórmula 1 es uno de los puntos que Fernando Alonso está considerando para decidir si se queda algún año más o pone punto final. Lo que peor lleva el campeón español es la secuencia viajera, el alejamiento de sus seres queridos. «Veré como me sientan 24 carreras. Si tengo la sensación de que ya no puedo, seré el primero en levantar la mano. Entiendo todos los beneficios de tener 24 carreras, hay más ingresos para todos. Pero creo que 18 carreras es un buen número para los miembros de cualquier equipo».
El español no se siente cómodo con esta vorágine. «Tengo que decidir si quiero seguir compitiendo o no. Tendré que decidir en unas cuantas semanas o carreras. Es un calendario exigente y en 2026 habrá nueva normativa que será retadora o quizás no».
Verstappen es el más incisivo en sus comentarios. «Adoro las carreras, pero llega un punto en el que evalúas la calidad de vida y cuánto tiempo pasas alejado de tu casa por hacer un deporte que amas. Llegará un momento en el que prefiera estar en mi casa y centrarme en otros proyectos. Porque es una locura lo que tienes que hacer y lo adoro, ahora no es un problema, pero con los años esto cambiará. Y si hay que empezar a rotar pilotos...».