Cien años de martirio

El primer ciclista en coronar su cumbre fue Octave Lapize, quien llegó con el maillot amarillo a París, ganando el Tour de 1910. Este año que se cumple el centenario puede pasar lo mismo y los favoritos lo tienen claro. “Del Tourmalet saldrá el vencedor”, reconocía hace unos días Andy Schleck.

Este año, y conmemorando su descubrimiento, se pasará dos veces por el Tourmalet. La primera ha sido este martes en una etapa de infarto y la segunda el jueves en una jornada que promete tener el espectáculo del mejor ciclismo. Muchas han sido las veces que el Tour ha subido hasta la inhóspita cima, pero muy pocas las que se ha quedado allí. En 1974 el Tourmalet fue línea de meta, veintiséis años después esto se volverá a repetir. Las escaladas por las vertiginosas rampas de esta montaña se han grabado en la retina y sobreviven en el recuerdo de todos los aficionados a este deporte.

Eddie Merckx en 1969 comenzó a forjar su leyenda al sacar 8 minutos a sus rivales en el puerto de la historia, Miguel Induráin mostró al mundo su pedalada incansable para vencer tras pasar la colina de la agonía, Hinault sembró su leyenda en las curvas de esta ascensión y Armstrong se hizo grande mostrando su obsesión por la victoria planeta en un trazado empinado que parece obra del diablo.

En antigua lengua Gascona Tourmalet significa “camino de mal retorno”. Un sendero que muchos españoles enfilaron con ambición y donde acabaron encontrando la gloria. Bahamontes en 1958, Julio Jiménez en 1964, Luis Ocaña en 1970, José Manuel Fuente en 1971, el mencionado Miguel Induráin en 1989 o Perico Delgado en 1985 son algunos de los que salieron victoriosos de su duelo con el gigante.

“Todo el mundo habla del Tourmalet”, declaraba Contador. Cien años maltratando las piernas de los ciclistas y exprimiendo sus fuerzas hasta la extenuación. La montaña de montañas entra en escena para demostrar que no es el rey de las ascensiones por edad, sino por decidir carreras. Allí en la cumbre de este titán, todo apunta a que se decidirá el campeón del Tour 2010.