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Tour de Francia

Sagan no puede con todos

El australiano Matthews aprovecha la mayoría de su equipo en la fuga y ejecuta al eslovaco en Revel

J. GÓMEZ PEÑA

Cuando al poco de salir desde Andorra el Tour dobló la cima de Envalira, techo de esta edición, la carrera se sumergió en niebla. Espesa. Caldo. Lluvia pulverizada. Gotas frías pespunteando las gafas. El Tour casi a ciegas.

Mikel Landa , escolta del líder Froome ... , percibió algunos colores en esa oscuridad. «He visto un maillot del Movistar y otro del BMC que se iban. Así que he decidido seguirlos por si acaso», contó. El alavés se tiró de cabeza a esa nube. A oscuras. Cuando, ya abajo de Envalira, la luz descorrió el velo de niebla, lo vio todo claro: en la fuga no había nadie peligroso para Froome. Eran, simplemente, la peor compañía posible para compartir una escapada: Nibali, Gorka Izagirre , el rápido Samuel Dumoulin, el potente Boasson Hagen, el francotirador Cummings, el zorro Rui Costa, el clasicómano Van Avermaet, el todopodero Sagan y tres dorsales del Orica, el contrarrelojista Durbridge, el lanzador Impey y Matthews, el australiano que iba a ejecutar a Sagan en la meta de Revel. «Me he metido en una fuga para cubrirle las espaldas al equipo y luego resulta que iba con unos caballos tremendos», dijo Landa. Así es el Tour. Aquí se disputan hasta las migajas. Son de oro. Relucen incluso enlatadas en la niebla de Envalira.

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