AJEDREZ

¿Qué le pasa a Magnus Carlsen?

Con 19 años y un coeficiente mental que se dice es equiparable al de Albert Einstein, su entrada en el mundo del márketing podría haberle afectado

EFE

Después de cinco derrotas consecutivas y finalmente un empate en tres semanas, el mundo del ajedrez se pregunta qué le pasa a su joven estrella Magnus Carlsen . ¿Qué le sucede al noruego? Se pregunta la prensa internacional temporalmente asentada en Bilbao con motivo ... de la final del Grand Slam; también los muchísimos 'fans' del noruego asistentes al torneo o seguidores de su juego vía internet. ¿Qué pasa, Magnus?. Seguro que si se traslada la pregunta al indio Vishy Anand, al ruso Vladimir Kramnik o al español Alexei Shirov, por elegancia y discreción, se limitarían a decir que los 'dientes de sierra' en las actuaciones de los jugadores de ajedrez son habituales y comprensibles . No obstante, si echáramos un vistazo a los últimos 40 días de Carlsen quizá pudiéramos encontrar alguna clave o razón que justificaría su baja forma y la pérdida del liderato del ránking de la FIDE en beneficio de Anand, en octubre y a la altura del torneo de Bilbao, convertido en dos veces amo del panorama ajedrecístico (campeón mundial y número 1 de la lista internacional). Magnus Carlsen es un chico de 19 años con un coeficiente mental que se dice es equiparable al del científico Albert Einstein . Acostumbrado a la dinámica de sus disciplinados entrenamientos y análisis tácticos, tanto de uno como de lo otro, en profundidad y reposo, su llamativo e importante contrato con la firma de moda joven G-Stars puede haberle sacado del carril de lo metódico. Con esta contratación, G-Stars unió la inteligencia a la elección de ropa juvenil, más o menos, asegurando que juventud no es sinónimo de frivolidad.

Carlsen es el primer ajedrecista con acceso al gran marketing internacional . El noruego participó en septiembre en una estelar presentación de la marca en Nueva York. Jugó algunas partidas con gente de Wall Street y modernos neoyorquinos con nombre propio en el mundo empresarial, la pintura, la moda, el cine, la sociedad. Acudió a fiestas y 'saraos' varios. Y estampó su firma en el millonario contrato. Todo esto para un chico, hasta entonces, de más soledades que bullicios, ha podido descentrarle y las primeras consecuencias de todo ello se advirtieron en la Olimpíada del Ajedrez jugada en Khanty Mansiysk, Siberia, adonde le pidió que acudiera la federación noruega. Si es sabido por los jugadores de ajedrez de elite que dos derrotas seguidas no se las pueden permitir, tres menos. Pues, Carlsen perdió tres y frente a rivales de talla bastante inferior a la suya. Se justificó mal el desastre aduciendo que el 'vikingo' tenía puesta la cabeza en la Final de Maestros del Grand Slam y que había hecho unos experimentos sobre el tablero...desde luego desafortunados. Llegó a Bilbao y se estrenó con una derrota ante el ruso Kramnik y otra a continuación frente a Anand. En uno y otro tablero jugando sin la brillantez exigible a su colosal talento. Enrabietado, casi lloroso, mandó a paseo a unos 200 caza-autógrafos, a los que dejó con cara de póquer bolígrafo y blocs, pósters, fotos, libros, etc en mano. El jugador noruego, en el último episodio deportivo -11 de octubre-, protagonizó un dura y agotadora contienda con el español Shírov saldada con tablas después de 5 horas y 40 minutos y un total de 173 movimientos. Pero, ¿qué le pasa a Carlsen, que no gana?.

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