Campeones para atajar el dopaje: «Creemos saber por dónde van los tramposos»

Álvaro Martín, campeón olímpico y mundial de marcha, Lydia Valentín, triple medallista olímpica en tres Juegos, Jesús García Bragado, el atleta español con más participaciones en los Juegos (8), y la campeona paralímpica de triatlón Susana Rodríguez forman el nuevo esqueleto asesor del antidopaje en España.

Las nuevas trazas del antidopaje español quedaron establecidas con el cese de Terreros y la efímera dirección de Silvia Calzón, quien se marchó al gabinete de Pedro Sánchez a los ocho meses y a quien ha sustituido uno de sus colaboradores más cercanos, Carlos Peralta. Uno de los puntos nucleares de la estrategia promovida por el secretario de Estado José Manuel Rodríguez Uribes consiste en dar voz a los deportistas en una materia tan sensible como el dopaje.

El consejo rector de la agencia antidopaje (Celad, Comisión española para la lucha antidopaje en el deporte), en el que también intervienen entre otros el Comité Olímpico Español (COE) y representantes de las comunidades autónomas, nombró a García Bragado y Lydia Valentín a propuesta de Alejandro Blanco, presidente del COE. Uribes designó a Álvaro Martín y a Susana Rodríguez.

Las funciones de los campeones asesores están por definir en una próxima reunión que mantendrán con el nuevo director del antidopaje español, Carlos Peralta, aunque fuentes conocedoras del acuerdo indican que se trata de establecer un ejercicio de transparencia. «Lo que se pretende es que nos ayudemos mutuamente. Que los deportistas ayuden a la agencia y que nosotros podamos ayudar a los deportistas en activo».

El mantra que progresa en el mensaje de la nueva Celad es transparencia. Un contraste que se busca respecto a la anterior gestión de Terreros, de quien se quiere separar el CSD como si fuera la peste pese a que la Fiscalía archivó en julio la denuncia que interpuso el organismo que preside Uribes sin que apreciara delitos en los hechos denunciados por una funcionaria de la Celad. «Vienen buenos tiempos para el antidopaje español», dijo Uribes en un desayuno de Europa Press.

El marchador Álvaro Martín, campeón olímpico y mundial en menos de un año, deportista cumbre en España, se retiró el pasado 7 de septiembre casi por sorpresa y con solo 30 años en una modalidad que admite lustros de rendimiento. Graduado en Derecho y Políticas, el atleta extremeño aseguró que quería dar un rumbo a su vida después de haber liderado una revuelta entre sus colegas por la crisis de credibilidad del atletismo español, protagonista de la mayor parte de los episodios de dopaje que provocaron la caída de Terreros.

Álvaro Martín mantuvo varias reuniones con Rodríguez Uribes y Silvia Calzón en las que reclamó rigor en el tratamiento de los casos. Uribes advirtió un compromiso enérgico en el extremeño y lo ha promocionado a este sanedrín, denominado Comisión de Coordinación.

Martín es el integrante de este cuarteto de campeones que se presenta con el espíritu más guerrero, en modo acción/reacción, dispuesto a desenmascarar dopados con su conocimiento del terreno. Jesús García Bragado, amigo del marchador, miembro de la comisión y exconcejal del Ayuntamiento de San Adriá de Besós, sabe que las cosas de palacio van despacio. «La cosa pública va siempre lenta –dice a ABC–. El dopaje es un zarzal, en el que siempre sales arañado, pero vamos a trabajar para ayudar a los deportistas limpios y al deporte español».

Bragado tiene 55 años y un mundo de vivencias en un deporte muy cargado, como es el atletismo. «Podemos ayudar a que la lucha antidopaje sea más eficaz. Que no se den palos de ciego, sino que se sepa adónde dirigirse. Ponérselo más difícil a los tramposos ya es lograr bastante. Yo me he retirado como atleta, pero sigo ligado al atletismo (como entrenador) y creemos saber el camino por el que van los tramposos».

«Hay muchas vertientes en el antidopaje –prosigue Bragado–. De un lado, están los controles de orina y sangre, el pasaporte biológico y demás. Pero de otro, están las sustancias indetectables, y ahí tiene que entrar la policía. Necesitamos investigación porque en ese caso los controles no valen para nada».

Bragado recuerda un adverso, el del español Mohamed Katir, sancionado dos años por saltarse la localización. «Los chavales siempre comentan cosas... Si no tienes nada que esconder, lo puedes explicar ante las autoridades. Pero si tienes algo que esconder, entonces juegas al gato y al ratón».

Lydia Valentín recogió dos medallas olímpicas en diferido casi una década después: plata en Pekín 2008 y oro en Londres 2012. «Llevo 20 años luchando en un deporte manchado por el dopaje –cuenta a ABC–. Soy una de las deportistas de la historia más afectadas por el dopaje. Y tengo claro que el deporte es limpio o no es deporte. Estoy agradecida por la oportunidad que se me brinda».