Otro triunfo vital en Alemania

Al Real Madrid le costó bajar a la tierra en su vuelta a la Euroliga apenas unos días después de haber ganado la Copa del Rey. Los blancos, cuya situación en Europa es bastante delicada, se dejaron ir en el inicio durante tres minutos en los que el Brose Baskets acumuló una ventaja de doce puntos. Una cuesta arriba que hace unas semanas hubiera sido definitiva, pero que ayer el campeón limó por la vía rápida. Felipe Reyes y Llull se atrincheraron el perímetro y desde ahí comenzaron a sumar de tres en tres hasta estrechar el margen antes del final del primer cuarto (26-23).

El choque era ya un intercambio de golpes que había dejado la defensa en un segundo plano. Reyes , una amenaza exterior constante, mantuvo su idilio con la canasta durante el segundo cuarto, donde la aparición de Sergio Rodríguez y la intensidad de Lima permitieron al Madrid ponerse al fin por delante en el marcador (31-36, min. 15).

Fue la primera vez que los blancos ponían a prueba la resistencia del Brose Baskets , un equipo sin nombre, pero cargado de calidad, que mantuvo el tipo hasta el descanso (45-46). La salida en tromba del Real Madrid tras el paso por los vestuarios puso de nuevo en un brete a los de Andrea Trincheri, que llegaron al último parcial contra las cuerdas (65-74). Darius Miller rescató a su equipo de las tinieblas con tres triples consecutivos . Parcial de 12-2 que puso de nuevo por delante a los alemanes (77-76) y que exigió el máximo del campeón. Felipe Reyes, inédito desde la primera mitad, apareció de nuevo para hacer sonreir al Madrid, aunque fue Ayón, con un tapón a Wanamaker en la penúltima jugada, el que selló una victoria vital para los blancos en Alemania.

El triunfo del Real Madrid obliga a ganar al Barcelona ante el Olympiacos, al que recibirá en el Palau el viernes (20.45, C+ Deportes). Los azulgranas necesitan recuperar su mejor versión tras el batacazo de la Copa, ya que una derrota le dejaría muy complicado el acceso a los cuartos de final.

«Ahora ya pienso en la Euroliga». Habían pasado apenas unas horas desde su tercer entorchado consecutivo de la Copa del Rey y Pablo Laso ya planificaba el asalto al siguiente trofeo. No en vano, la Copa de Europa, la actual Euroliga , es como en el fútbol la competición preferida de la entidad blanca. Además, el Real Madrid es el actual campeón, y necesita estar en cuartos de final y luego en la «final four» para poder optar a erigirse de nuevo en dominador del continente europeo. Antes de llegar a eso, quedan siete partidos, siete finales, para meterse entre los cuatro primeros puestos de su grupo, que dan derecho a pasar a la siguiente ronda.

El primer envite es esta noche en Alemania. Allí le espera el Brose Basket , quizá el más accesible de los cinco rivales a domicilio que se va a encontrar en las próximas semanas. Así al menos se desprende, a priori, del resto de plazas europeas por donde pasa la clasificación blanca: Kaunas, Barcelona, Atenas y Vitoria . Así que las cuentas del Madrid consisten en amarrar los dos duelos de casa, el de esta noche y al menos uno de los difíciles para sacarse el billete a cuartos.

Lo que los blancos no han conseguido en el Barclaycard Center, donde han fallado en demasía, lo tienen que lograr lejos de casa, empezando por Baviera. A pesar del escaso pedigrí del contrincante, Pablo Laso no se fía: «El partido de ida dejó claro que ellos van a competir. Tienen posibilidades de entrar en cuartos de final y es un equipo muy peligroso. Debemos entender que es un partido muy duro e importante de Euroliga fuera de casa. El esfuerzo debe ser innegociable por nuestra parte», afirmó ayer el técnico madridista.

Sobre el estado físico de su equipo, tras el enorme esfuerzo para hacerse con la Copa del Rey, Laso apuntó: «Ha sido un fin de semana muy intenso, con tres partidos muy duros en poco tiempo. Tenemos dos días para recuperarnos físicamente y coger el tono, sabiendo que es un partido importante».

Hoy podrá debutar en Euroliga el pívot brasileño Lima , fichado hace apenas mes y medio y que hasta la segunda vuelta del Top-16 no podía jugar en la competición continental. «Su adaptación está siendo muy buena. Más cuando los partidos previos a la Copa jugamos sin un cuatro. Va cogiendo conceptos del equipo y los va asimilando rápido. Sabemos lo que nos puede dar y creo que en la Copa estuvo muy bien. Está muy integrado en el grupo y en el equipo», zanjó Laso.