El Real Madrid ya tiene Supercopa

Desde que este torneo inaugural reapareciera hace ocho años en el calendario baloncestístico, el equipo blanco jamás lo había conquistado. Para encontrar uno a su nombre hay que remontarse hasta 1984, aún bajo el antiguo formato. El triunfo de ayer supuso una liberación para el equipo de Pablo Laso , pero no por haber conseguido el cromo que le faltaba, sino por haber derrotado a su principal enemigo, el Barcelona Regal.

El Real Madrid claudicó hace tres meses en la final de la Liga ACB con la sensación de haber desperdiciado una gran oportunidad. Plantó cara hasta el último partido, pero faltó «un puntito». Ese factor determinante se llama Rudy Fernández . El alero balear es de gatillo fácil. Le viene a medida un equipo tan ofensivo y ayer dinamitó el partido hasta en dos ocasiones.

Ocho puntos de Rudy impulsaron un primer cuarto impecable del Real Madrid. Por momentos el aro pareció más una piscina y antes del descanso el conjunto blanco llegó a manejar rentas de hasta 11 puntos. Llegó a imaginarse un partido fácil, pero tan pronto como disminuyó la puntería, desapareció el suelo bajo sus pies. En sólo tres minutos, el Barcelona enjugó las diferencias de la mano de Joe Ingles (16 puntos).

Se llegó al descanso con un partido nuevo (43-44) y con una preocupación antigua. El Real Madrid baja enteros cuando no funciona su «Plan A». No dio tiempo a meditar, pues tan pronto como se reanudó el encuentro, regresó la inspiración a las tropas blancas. Un parcial de 0-10 favorable al equipo de Pablo Laso despejó dudas. De nuevo Sergio Rodríguez , libre de ataduras, empujó un ataque fulgurante. Se sumó Llull , enérgico en cada embestida a canasta, y Jaycee Carroll , que anota por castigo. Entre unos y otros, dinamitaron lo que la temporada pasada había sido la mejor defensa de España y Europa.

Si el Barcelona resistió fue gracias a Nathan Jawai . El australiano presume de una fuerza descomunal. 140 kilos que corren de un lado a otra la pista con una agilidad encomiable. Su conexión con el director de orquesta, Marcelinho Huertas , ha sido inmediata, y ayer en Zaragoza destapó la principal debilidad del Real Madrid: ganó la Supercopa Endesa, pero necesitará un pívot con el que parar a gigantes de su talla.