Derbi Betis - Sevilla
Merecimientos y debates (1-1)
El Betis puso más para llevarse el derbi ante un atorado Sevilla; Bono, el mejor de los suyos, detuvo un penalti a Fekir en el tramo final; Lainez brilló en verdiblanco
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Iniciar sesiónLos derbis son el marco propicio para las sorpresas y las reivindicaciones. Llegaba el Betis herido por las bajas y su irregular caminar y se desmelenó empequeñeciendo a un Sevilla altivo por el favoritismo en las previas. Pellegrini avisó de las ... debilidades que había encontrado en el rival y aunque su discurso sonó con clave de motivación interna, el césped le dio la razón. Porque salió un Betis agresivo, intenso y sensato frente a un Sevilla que ni ampliando el campo se encontraba cómodo, ausente del protagonismo de sus referentes habituales. A pesar de contar con las mejores ocasiones, los verdiblancos vieron cómo su rival daba primero con el tanto de Suso nada más desperezarse del descanso pero la respuesta fue tan rápida con el penalti discutido en la acción de Diego Carlos a Loren , transformado por Canales , que el duelo volvió a emparejarse y quedó abierto para el manido detalle. Y fue el acierto de Bono ante otra pena máxima, esta vez lanzada por Fekir, el que puso el broche en otro derbi sin público, en el que Lainez fue el mejor y donde los béticos lamentan haber perdonado en un día que nadie pensó que iba a ser para ganar y los sevillistas reniegan del planteamiento de los suyos conscientes de una superioridad que no se vio donde ha de plasmarse.
Si hablamos de merecimientos debió ser el partido del Betis y por ello el punto sabrá a poco en Heliópolis con esa sensación de dejar viva a la presa: el disparo raso de Fekir, el tiro de Canales desviado por Gudelj, el penalti del francés... Pero se valora al mismo tiempo que llegó más lejos de lo que presumía su trayectoria. Sí echó en falta Pellegrini la rotación porque con Guardado, Joaquín o Tello en el banquillo podría haber refrescado antes o de otra manera al grupo pero tuvo que hacer sólo tres sustituciones con Rodri o Paul.
En el Sevilla, peores sensaciones en 90 minutos pero un botín superior a las mismas. Incómodo, hasta Lopetegui tuvo que hacer dos cambios al descanso. Con el gol de Suso tras el descanso parecía el partido habitual pero el rápido 1-1 frustró el plan. Echó de menos el equilibrio de Fernando y se arrugó ante un Betis más físico de lo que esperaba. No compareció el Sevilla habitual y sí uno más timorato, el que llena las pesadillas para los cruces importantes que están por venir.
La presión alta del Sevilla hacia la creación desde la defensa bética sólo tuvo premio con el gol debido al defectuoso despeje de Mandi que dio en Ocampos antes del servicio de En-Nesyri. Era el camino marcado por Lopetegui a los suyos para desarmar a un bloque habitualmente flojo atrás pero que se recompuso para no conceder apenas. De hecho, el Betis tuvo una enorme producción ofensiva y generó tanto que el Sevilla dio un paso atrás para resguarecerse y proteger a Bono, a quien se acercaba el Betis pero sin hacerle trabajar realmente ya que los disparos a puerta fueron escasos. Guido Rodríguez mandó en un centro del campo con muchas variantes y bien acompañado con un Canales que dio todo lo que tuvo, que es mucho, a pesar de su situación física. El Sevilla miraba de lado a lado buscando algo en lo que agarrarse más allá del balón largo y de posesiones prolongadas que se perdían en errores en los controles o en las entregas.
Del Cerro Grande tiene su cuota de protagonismo en el derbi, como suele ser habitual para los trencillas. También depende del cristal con el que se mire. Vio el primer penalti en el que Diego Carlos y Loren llegaron casi al alimón al balón y no quiso ir a la pantalla a confirmar su sensación, sino que confió en lo que le contaba Hernández Hernández. En el segundo no consideró pena máxima inicialmente pero después sí fue al monitor y varió su opinión. En el reparto de amarillas, los béticos estuvieron muy condicionados en el duelo por las tempranas amonestaciones (tres en la primera mitad) pero ambos acabaron con once futbolistas.
En definitiva, un derbi con la intensidad que se presupone, con un Betis que compareció peleón y agresivo frente a un Sevilla insuficiente y huérfano de referentes. Un empate que dará para los clásicos debates sobre el juego, el árbitro, los merecimientos, los nombres propios y las confusiones. Porque las diferencias de las previas no fueron tales y todo se igualó porque los derbis tienen estos caminos inesperados. Mereció ganar el Betis y con el empate salió aliviado el Sevilla. Quién lo diría en las previas y cómo se ve todo ahora.
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