Betis - Sevilla: Un punto, y a otra cosa (1-1)

El encuentro comenzó con la peor versión del Sevilla, un equipo plano, pusilánime y merced a un Betis que le metió más intensidad. Mientras que los de Lopetegui sufrían para dar pasitos al frente, el cuadro verdiblanco, con una presión alta, se acercaba a la meta de Bono con suma facilidad. El Betis empujaba, y el Sevilla trataba de respirar. Fekir avisó en el minuto 23 con un disparo que se fue fuera por muy poco tras aprovechar una buena jugada de Lainez; después sería Canales el que se encontraría con Gudelj en un disparo fuerte que había tomado una buena dirección. El Sevilla no se encontraba y en el centro del campo aparecían muchos espacios, lo que aprovechó el Betis para seguir instiendo. Ni siquiera por las bandas, con Suso ayudado por Navas en la derecha, y Ocampos y Acuña por la izquierda, aperecía el juego de ataque sevillista.

Con esta preocupante imagen, Lopetegui optó por meter tras el descanso a Rakitic y En-Nesyri por Óliver Torres y De Jong, respectivamente. Muy pronto se vio otra imagen. Apenas habían transcurridos tres minutos cuando el delantero marroquí aprovechó un mal despeje de Mandi para darle el balón a Suso para que hiciera el 0-1 con un disparo ajustado al palo izquierdo de Bravo. El partido entraría en una fase de máximo desconcierto. Quedaba aún un mundo, también con polémica incluida, al entender los jugadores del Sevilla que el colegiado, Del Cerro Grande, se había equivocado al pitarle penalti a Diego Carlos. Aunque el brasileño le pidió al colegiado que viera la jugada en el VAR, Del Cerro se negó y pitaría una pena máxima que marcaría Canales en el 52.

El Sevilla se quedó ofuscado. Hasta varios minutos después, seguía Diego Carlos con semblante serio y bromeando incluso con Loren señalando que él no lo había derribado. El Betis estaba cómodo, mejor en moral tras el gol, y buscando a Fekir para que inventara algo arriba. En una internada por la derecha llegaría un nuevo penalti para el Betis. El colegiado en esta ocasión dudó, pero al verlo en el VAR se fue corriendo al punto de penalti. El balón lo pidió Fekir y el estrellato se lo llevó Bono, que salvó a su equipo con una grandísima estirada a su izquierda. Lopetegui volvió a mover el banquillo y le dio minutos a Munir y Óscar Rodríguez por Jordán y Suso. El miedo se apoderó de los dos equipos. Aún habría tiempo para que el técnico sevillista hiciera un quinto cambio, Aleix Vidal por Ocampos. La tensión era evidente, y también el cansancio por el esfuerzo realizado en un encuentro que no quedará para nada en el recuerdo de los sevillistas. Un punto, y a otra cosa.