Betis - Zenit: El día más importante es hoy

Vuelven Fekir y Canales, que se perdieron el choque en Rusia, y Pellegrini les hace un hueco en el once. El suyo, el que les pertenece. El Betis ha demostrado que sabe ganar sin ellos pero con ambos es más fácil acercarse a los resultados positivos. Son los referentes para desequilibrar, para darles el pase cuando el compañeros está en apuros, para asistir al delantero, que en esta ocasión será Willian José en este bien entendido mano a mano que está llevando con Borja Iglesias, ambos capaces de sostener la intensidad necesaria para que las defensas rivales no tengan un segundo de descanso en los duelos.

Por detrás de todos ellos, una defensa parecida a la que jugó en Rusia pero con Bellerín en lugar de Sabaly, que sí tuvo algunos problemas en su demarcación en el inicio aunque después los solventó. El catalán tiene muchísima experiencia en competiciones europeas y sigue evolucionando este curso. Edgar será el antiaéreo para tratar de frenar a Dzyuba, que dio muchísimos problemas en la ida. El Zenit tiene argumentos para evitar confianzas porque conjuga velocidad con remate en el tercio ofensivo, si bien es verdad que flaquea en defensa y en la portería, como se comprobó la semana pasada. El Betis fue capaz de hacerle tres goles y generar peligro.

El equipo ruso ha estado desde el pitido final en San Petersburgo concentrado en el choque de hoy. El Betis ha tenido su distracción liguera con el Mallorca y con todo lo que envuelve a la semana del derbi. Pellegrini quiso dejar claro que en el vestuario no hablan del eterno rival pero es obvio que condiciona. Eso hace aún más peligroso al Zenit, que se marchó a Marbella, donde suele hacer la pretemporada el cuadro bético en los últimos veranos, para adaptarse a lo que se van a encontrar esta noche. Algo parecido hicieron anteriormente en El Algarve. Más allá de Lovren, Alip y Krystyuk no se conocen bajas relevantes en el bloque ruso.

Está por ver si Semak variará o no su formación tras comprobar en la ida que hubo futbolistas muy por debajo de su nivel. Fue llamativa la actuación de Rakitskiy, un filón para los ataques béticos. Quizás sea reemplazado y busque el Zenit más mordiente arriba para ver si en el intercambio de golpes puede hacerle daño a un Betis ya acostumbrado a que los equipos afronten así sus duelos en el Villamarín. El balance de Guido Rodríguez y Guardado, ya que William Carvalho apunta a la suplencia para descansar pensando en los próximos duelos, será fundamental, así como los ajustes que puedan hacer los laterales.

El apoyo del Villamarín se da por descontado, sumido el bético en este estado de felicidad permamente descubierto con la buena línea de su equipo. Ganar y ganar es la fórmula de la alegría en Heliópolis. Terceros en LaLiga, pendientes de concretar la vitola de finalista de Copa y con ventaja para estar en octavos de la Liga Europa. La idea es cerrar con un buen resultado esta eliminatoria y presentarse mañana viernes esperando rival en el sorteo de octavos para que esta sucesión de partidos intersemanales no finalice, bendita la rotación que inició Pellegrini previendo este invierno tan cargado y positivo para su equipo.

Llega el día más importante del curso. El primero. Luego habrá otros que lo superen. Pero el presente es lo que manda. Un paso atrás esta noche tendría consecuencias para todo lo demás y no quieren en el Betis romper la armonía que ha llevado al equipo a volar de esta manera. Pellegrini insiste en su vestuario. Ganar para sellar el pase y cuando pite el turco Halil Umut Meler tres veces poco antes de las 23.00 que el resultado sea favorable (recuerden que ya no hay valor doble de los goles fuera de casa). El Villamarín lo espera y quiere. Y hoy es el día para demostrarlo. La vía de la ilusión se alimenta de las tres competiciones y ahí está el Betis de la ambición y la competitividad.