atletismo
La nueva sonrisa de Brandenburgo
El keniano Makau bate en Berlín el récord del mundo de maratón de Gebrselassie (2:03:38)
La nueva sonrisa de Brandenburgo
A unos diez metros de la meta de Berlín, el keniano Patrick Makau , 26 años, se dio cuenta de que estaba a punto de cruzar la raya por el lugar equivocado. Pegó un saltito sobre una pequeña publicidad, a punto de tropezarse en ... ella al caer, y siguió ya hacia la cinta bajo el cronómetro detenido en el nuevo récord del mundo de maratón, 2 horas, 3 minutos, 38 segundos , 21 menos que la anterior marca, la del etíope Haile Gebrselassie, 2:03:59, también en Berlín, en 2008. [Fotogalería: las mejores imágenes de la prueba]
Descansó otros segundos más sobre el asfalto, y enseguida agarró una bandera de Kenia y siguió corriendo, ahora hacia atrás, hacia la Puerta de Brandenburgo que acababa de cruzar unos cientos de metros antes. Detrás de él había quedado el rey del maratón que acababa de desbancar, el corredor de la enorme sonrisa y los 27 récords del mundo. Makau recorría feliz el circuito hacia atrás, pero Gebrselassie, 38 años ya, no asomaba.
Habían corrido juntos hasta el kilómetro 27, siempre por debajo de los tiempos de paso del etíope en su récord de 2008. Entonces, en un giro a la izquierda, Makau aceleró y se colocó delante de las liebres. Gebrselassie aflojó y se apartó a la cuneta, doblado, agarrándose el pecho , intentando respirar. «Me había entrenado bien, pero ir por debajo del récord del mundo fue demasiado rápido para mí. En el 27 tuve otra vez problemas en los pulmones», explicó luego. Gebrselassie es asmático, y según su mánager, Jos Hermens, había dejado de medicarse hace meses porque se sentía bien.
El dolor de Gebrselassie en la cuneta de Berlín recordó a su abandono en Nueva York el noviembre pasado, y su anuncio de retirada definitiva entre lágrimas. Pero en Berlín, en una mañana fresca y soleada, encontró aire y se reincorporó al circuito, un minuto y diez segundos por detrás de Makau, que seguía volando para destronarle.
Al keniano aún le acompañaba una liebre, y se sentía cada vez mejor. «Por la mañana no tenía buenas sensaciones en el cuerpo, pero durante la carrera no tuve ningún problema». La liebre, Stephen Kwelio, también keniano, aguantó marcándole el ritmo de récord del mundo hasta el kilómetro 35, con una sexta parte de la prueba ya sólo por delante. Logró terminar segundo. Ahí se quedó Makau a solas con lo desconocido —su mejor marca, 2:04:48 en Rotterdam 2010—. «Entonces supe que podía ganar la carrera y batir el récord», dijo luego.
Dos minutos y medio después de esa certeza llegó a ese kilómetro 35 Gebrselassie, consciente de haber perdido su corona, mascando ya otra decepción: su marca no iba a ser suficiente para entrar en el equipo de Etiopía para los Juegos de Londres del verano que viene. Regresó a la cuneta y ya no volvió al circuito.
Por eso Makau, recién coronado nuevo rey del maratón con sus 2:03:38, corriendo todavía hacia atrás rumbo a la Puerta de Brandenburgo no se cruzó con el recién destronado. El etíope, más animado que después de la decepción de Nueva York, estudia correr en enero en Dubái para buscar un billete a Londres.
Radcliffe, a los Juegos
Sí logró la mínima olímpica la británica Paula Radcliffe , 38 años, récord del mundo femenino, que podrá retirarse en casa. También lograron la mínima los españoles Ricardo Serrano (2:13:32) y Pedro Nimo (2:13:34).
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