Fernández-Castaño, la dureza del sueño americano

«Aunque a título individual la experiencia es fantástica, porque nos hemos adaptado muy bien toda la familia, en lo profesional me está costando más -reconoce-. El primer año fue complicado y lo sacamos adelante, pero el segundo ya no pudo ser». La consecuencia fue que perdió sus derechos de juego en el PGA Tour y esta campaña se ha visto abocado a jugar el Web.com , que es la segunda división. «No he comenzado muy bien en lo poco que he competido, pero lo fuerte comienza a partir de la semana que viene. Sé que hay mucho nivel y me va a costar acabar entre los 25 primeros que recuperan la tarjeta».

El madrileño, a sus 35 años, está participando esta semana en el Open de España de Valderrama . «Llevaba dos años sin jugar en aquí y lo echaba de menos. Pero en cuanto acabe me vuelvo para América corriendo. Creo que tengo nivel para estar allí y lo quiero intentar con todas mis fuerzas». Y eso que la vida en un circuito menor no es tan glamurosa como cuando se convive junto a las estrellas. «Es un circuito fuerte con buen ambiente, con jugadores del PGA que han descendido, otros que llegan de la universidad o de minciruitos, veteranos que se preparan para el Champions... lo que es evidente es que los premios son muy inferiores a los habituales», se lamenta.

La última reflexión es obligada. Si echa de menos Europa y no gana dinero, ¿por qué no se vuelve? «Lo que estoy es falto de confianza porque llevo ya dos años sin estar bien y eso al final va haciendo mella. Mas quiero darme una oportunidad de triunfar allí y voy a darme un par de años más para intentarlo -afirma-. No voy a negar que este año voy a perder dinero, pero no todo en la vida es monetario. Afortunadamente en los años previos he podido ir guardando unos ahorrillos y esta temporada la sacrificaremos para volver a lo más alto».