atletismo
El pertiguista Renaud Lavillenie, la última frontera del atletismo
Los técnicos auguran que el francés, que con un salto de 6,16 metros batió el récord de Bubka, elevará aún más el listón
MIGUEL ÁNGEL BARROSO
«Más rápido, más alto, más fuerte». Los récords en el deporte, incluso los estratosféricos, tienen en el tiempo su enemigo más formidable. Eso debió pensar el norteamericano Bob Beamon, que en los Juegos Olímpicos de México 1968 ganó el oro en longitud con un ... salto de 8,90 metros. Su marca duró 23 años, hasta que su compatriota Mike Powell llegó hasta los 8,95 (récord aún no superado). Y la misma reflexión debió tener el pertiguista ucraniano Serguéi Bubka, que hace 21 años, en Donetsk, se elevó hasta los 6,15 metros.
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Insuperable por décadas, se dijo. Este sábado asistió en directo al fin de su largo reinado, también en Donetsk, donde lo adoran como a un dios. Renaud Lavillenie, nacido hace 27 años en Barbezieux-Saint-Hilaire, una pequeña población del departamento de Charente, al suroeste de Francia, ha llegado a la nueva frontera del atletismo volando hasta los 6,16 metros con su pértiga. El orgulloso Bubka, que le saca casi una cabeza al francés, bajó a la pista del pabellón Drojba a felicitar a su sucesor con esa sonrisa que denota una quemazón interior, porque a ningún gran campeón le gusta que el tiempo tumbe su leyenda.
Campeón olímpico
Lavillenie ha ido alimentando un palmarés impresionante: oro olímpico en Londres 2012, cinco veces campeón de Europa (tres en pista cubierta y dos al aire libre) y subcampeón del mundo en Moscú 2013. Su mejor marca en un torneo importante la logró en 2011, en el Europeo en pista cubierta de París: 6.03. Esta temporada ya había saltado 6,08 metros en Bydgoszcz (Polonia). Su progresión ha sido formidable, y después de superar a Bubka en indoor buscará el récord al aire libre, todavía en poder del ucraniano (6,14, conseguido en Sestriere en 1994). El francés acredita 6.01 en esta disciplina.
Los técnicos creen que el «pequeño» Lavillenie (1,77 metros, 70 kilos de peso) tiene margen de mejora. ¿Dónde está su techo? «Siempre he dicho que el cielo es el límite», asegura Maurice Houvion, excampeón de pértiga y entrenador nacional de Francia. «Otra cosa es lo que dicte la cabeza del propio Renaud». El saltador reconocía ayer que es una misión complicada. Entre su primer y último récord mundial, Bubka ganó 30 centímetros. Una mejora casi imposible de repetir. «No voy a llegar a los 6,35 como especulan algunos. Si en los próximos años obtengo uno o dos récords, ya será extraordinario», señaló.
Bubka, con 1,84 metros y 80 kilos de peso, era dueño de una percha imponente. ¿Por qué el liviano Lavillenie ha llegado más alto? El exentrenador Jean-Claude Perrin cree que «no hay una ruptura en su despegue. La velocidad lineal tarda una fracción de segundo en transformarse en elevación vertical». Houvion, por su parte, destaca la pasión del nuevo plusmarquista por su trabajo: «Tiene la capacidad de hacer más saltos en una sesión que otros en una semana. Y de esta forma adquirió una técnica notable. Su salto del sábado por la noche, desde el punto de vista técnico, fue intachable». También está ese punto de locura difícilmente medible ante el reto que supone correr desbocado con un palo de entre cuatro y cinco metros, clavarlo en el suelo y elevarse hacia lo desconocido.
«Puede hacer 6,20»
No habrá posibilidad de disfrutar de Lavillenie a corto plazo, ya que ha renunciado a participar en el Mundial de atletismo en pista cubierta que tendrá lugar en Sopot (Polonia) entre el 7 y el 9 de marzo. La ambición tuvo la culpa: se produjo una pequeña lesión en el pie derecho en su intento sobre 6,21 en Donetsk. No podrá, en consecuencia, defender su título de campeón mundial indoor. No estará disponible en las próximas semanas, pero la facilidad con la que llegó a los 6,16 metros presagia otra gran velada en un futuro próximo. Gilles, su padre y entrenador, piensa que «va a volver a subir muy alto. Bubka ya cree que puede hacer 6,20».
En una entrevista publicada ayer por «L’Equipe», Renaud Lavillenie bromeó con su récord: «La ventaja es que sé que Bubka no lo batirá y que, respecto a los demás, no caerá pronto. No es por casualidad que se haya tardado más de 20 años en batir el anterior». Bubka, también en el rotativo francés, recuerda que en su época «evaluaba las posibilidades del ser humano en 6,30 ó 6,40 metros. Creo que yo tenía el potencial. Planificaba el final de mi carrera para 6,20 metros, pero no logré ese objetivo».
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