Mont Ventoux, épica y tragedia de la montaña más temida del Tour de Francia

En la periferia de los Alpes, el Mont Ventoux —Monte Ventoso, en español— es una montaña de la región de Provenza , en el sureste de Francia, a unos 20 kilómetros al noreste de Carpentras. Su cumbre, casi un paisaje lunar, forma parte de la leyenda del Tour desde que fue ascendida por primera vez en la edición de 1951.

Desde entonces, 13 ciclistas han inscrito con letras de oro su nombre en la cima, dos de ellos españoles (Julio Jiménez en 1967 y Juan Manuel Gárate en 2009). El primero no ganó la etapa, pero pisó la cima por delante del resto. En el descenso, el holandés Jan Janssen se hizo con la carrera de aquel 13 de julio de 1967, día que ligó al Mont Ventoux al camino de la tragedia, al recuerdo fatídico, a uno de los peores episodios de la historia del ciclismo .

En esa etapa entre Marsella y Carpentras, el ciclista británico Tom Simpson empezó a cabecear a dos kilómetros del puerto. Finalmente cayó sobre el asfalto. Cuando las asistencias de su equipo llegaron a su posición, él insistió en retomar la carrera. «Put me back on the bike!» («¡Subidme a la bicicleta!») fueron sus últimas palabras. Continuó 500 metros más, hasta derrumbarse inconsciente.

A pesar de los intentos de reanimación y de la rápida evacuación en helicóptero, Simpson falleció a causa de una insuficiencia cardiaca ocasionada, probablemente, por una mezcla de anfetaminas (se le encontraron tres botes en el bolsillo de su maillot, uno de ellos vacío) y alcohol (algunos compañeros le vieron beber brandy al comienzo de la etapa) que le produjo una fuerte deshidratación.

Este domingo, el Mont Ventoux decide, en cierto modo, el devenir del Tour. Chris Froome buscará el apoyo de su equipo , el Sky, ausente en las últimas etapas en llano. Por su parte, Alberto Contador pondrá en liza una nueva estrategia para recortar tiempo al británico. La dureza de esta decimoquinta etapa se caracteriza por el amplio número de kilómetros —242, la más larga del Tour— y el final en alto , con la obligación de subir 20,8 kilómetros a un nivel de 7,5% de altura . Se trata de una montaña a 1.909 metros sobre el nivel del mar, de un paisaje desértico a partir del restaurante Chalet Reynard y de una ascensión al descubierto.