Turquía: los secretos de una nación

«¿Acaso podemos pensar que no tendrá ningún efecto en las siguientes generaciones tanto exilio, tanto dolor, tantos hechos ocultados?», se pregunta la joven narradora de esta novela que se ve enfrentada de repente a hechos de su propio pasado familiar, del pasado europeo durante la Segunda Guerra Mundial y del de todos, en su país, Turquía, que hasta entonces desconocía. Tabús que, incluso, hablar de ellos puede ser sancionado por el código penal o, al menos, investigado de cerca por los servicios de inteligencia.

Maya Duran, la protagonista, vive en una sociedad y una ciudad moderna, Estambul, trepidante como todas en sus avances tecnológicos, en su atracción por lo novedoso y las mejoras de cualquier tipo. Pero al mismo tiempo sabe que el cosmopolitismo de antaño, el del Hotel Pera, hoy en decadencia, donde Agatha Christie escribió ‘Asesinato en el Orient Express’ y tras ello desapareció 11 días, centro de espías en los años 30 y 40, es algo que los jóvenes actuales desconocen. Se optó por una sociedad étnicamente pura, sin armenios cristianos ni griegos ortodoxos.

Atrapada en una red de misterios, en un ‘thriller’ imprevisto del que ella tendrá que convertirse en la principal investigadora, Maya se ve de repente involucrada en historias encadenadas que llegan del pasado. Por un lado, descubre una abuela «incorrecta», de origen armenio, cuyos padres no murieron «de muerte natural». Algo definido por su hermano militar y nacionalista como «sangre sucia» que se tiene que ocultar por encima de todo. Pero también conocerá, con sus más terribles detalles, crímenes acaecidos durante la II GM, que ha venido a rememorar, casi sesenta años después, un anciano profesor estadounidense, de origen alemán, Maximilian Wagner, invitado a una conferencia en la universidad de Maya.

A través de él, Maya, ayudada por su hijo adolescente, al que por fin logra sacar de las pantallas, apasionándose como ella por hechos desconocidos por la mayor parte de los habitantes del Estambul actual, se entera de que en el año 1933 Einstein, entonces presidente de la OSE (Sociedad para la Protección de la Población Judía) envió una carta al gobierno turco. En ella solicitaba que se aceptara emigrar a 40 profesores y médicos que huían del nazismo. Al final serían 190, entre ellos el mítico autor de ‘Mímesis’, Auerbach.

Pero Maya y su hijo también conocerán un triste tema que atañe a los cínicos y deshumanizados «juegos de poder» practicados por las grandes potencias de aquella época. En 1941 cientos de familias judías serían sacrificadas en la catástrofe de un barco hundido, el Strum, que nadie quería acoger. Se trataba de judíos rumanos que habían huido desde Constanza con destino a Palestina. Por una parte, el gobierno turco, temiendo de que entre ellos se encontraran espías, y siendo Turquía un país neutral, no los dejó desembarcar.

Por otro lado, el gobierno británico, con mandato en Palestina, y que había limitado la emigración judía para mantener buenas relaciones con los árabes, tampoco los quería. Remolcado de regreso al Mar Negro, un torpedo soviético lo alcanzaría, consumándose la tragedia, ante los ojos de un desesperado Wagner, que arrastraría toda su vida en silencio su dolor, emigrando a los Estados Unidos.

Escritor de enormes ventas en Turquía, cantante sumamente popular, cineasta y exparlamentario, Livanelli es un intelectual de gran prestigio internacional, que estuvo en prisión varias veces a causa del Golpe de Estado de 1971, emprendiendo luego el exilio. Comprometido toda su vida con las libertades, el laicismo y la reconciliación de los pueblos.