HISTORIAS ANTICLIMÁTICAS
El gran circo del mundo
Así fue como vio la luz el mayor trampantojo, la jaula de hacer dinero jamás vista desde el entremés a palos de Chanfalla y Chirinos
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En la región más al Sur del reino se juntaron un domador de leones y una princesa guajira para celebrar el solsticio de verano, que aún no llegaba, pero que a ellos les pareció correcto invocar bajo la gran carpa de un espectáculo que ... a bien tuvieron llamar 'El Gran Circo del Mundo'. Su insignia, compuesta por dos atlantes en bañador, se desplegaba sobre la lona como reclamo de poderío, trapecio y artificio. No les faltaba el juicio ni el buen hacer, ¡vaya así una taifa!
A las gentes raras, Dios las crea y ellas solitas se juntan sin mayor motivo que la pura jarana. Así fue como vio la luz el mayor trampantojo, la jaula de hacer dinero jamás vista desde el entremés a palos de Chanfalla y Chirinos. Ahí donde solo los bastardos o los conversos estaban impedidos para constatar las maravillas en el texto cervantino, en esta engañifa el catálogo era mucho más variado.
Leones del África, antílopes del Serengueti, tigres de la Malasia, equilibristas canadienses, niños vietnamitas cosedores de balones de fútbol, contorsionistas, trapecistas y bailarinas de barra americana con olor a chicle de fresa y el cabello pintado de rosa. Entre sus muchas actuaciones, acrobacias y prodigios, anunciaban también la exhibición de dos feroces nacionalistas catalanes indultados y el número de equilibrismo del único diputado que dejó su acta para ser procesado por corrupción ¡Lo tenían todo en 'El Gran Circo del Mundo'…! O así lo promocionaban, a voz en grito, en cuanta red social existiera.
Anunciaban también la exhibición de dos feroces nacionalistas catalanes indultados
—¡Desde las tierras recónditas del Perijá… –la princesa guajira, que tenía una cuenta en Tik Tok, era la llamada a atraer a la mayor cantidad de público– allende el Orinoco, hemos traído hasta aquí las más fantásticas criaturas!
—¡La mujer Anaconda!
El domador de leones le quitaba la palabra, en un contrapunteo que ni Florentino contra el diablo en el poema de Alberto Arvelo Torrealba.
—¡El tigre blanco! –enfatizaba la guajira–¡Y el hombre de goma!
—¡Mejor aún! –el domador bajó la voz y atizó su fusta láser– ¡El presidente irrompible! ¡El socialista reformado!
—¡Pero hay más! ¡Mucho más!
La princesa guajira, una flamenca de ultramar que viajó a la Gran Colombia en busca de fortuna y volvió convertida en mestiza, dobló su apuesta.
—¡Tenemos el piolet de Ramón Mercader con un trocito de la masa encefálica de Trotski! ¡Y una pareja de secesionistas catalanes amnistiados! ¡Pasen y vean! ¡Pasen, pasen!
—¡Nosotros no vendemos engaño, hacemos posverdad! –anunciaba el criador de leones.
—¡Puedo ser, si usted lo desea, una mujer racializada o activista de la Pachamama! –ripostaba la princesa Guajira– ¡Pasen, pasen! ¡Que no quede concejal de Festejos fuera!
La disputa subió de tono y la colaboración acabó en tangana retransmitida
Un par de monjas claretianas que vendían Whisky Macallan a granel se acercaron al tenderete y ofrecieron a la princesa Guajira y al domador de leones un acuerdo de colaboración. Ellas le cederían diez mil de su millón de seguidores a cambio de un brindis al sol con su destilado. Los dueños de 'El Gran Circo del Mundo' accedieron, de buena gana, y con la firme intención de embaucar a las claretianas.
—¡Faltaba más, hermana! –terció la princesa Guajira– ¡Primero los seguidores, luego un buchito!
—¡No, m'hija! –la monja más joven corrigió– ¡El buchito primero!
—¿Y cómo podemos fiarnos de que es Macallan y no keroseno?
—¿Qué ganaríamos la madre superiora y yo engañando a una india y un gitano?
—¡Pues el doble del millón de usuarios que ya tenéis! ¡Eso ganaríais! –saltó el domador– ¡Yo sí que soy, gitano y de los más listos! ¡Ustedes a mí no me engañan!
—Nosotras no decimos mentiras, ¡cantamos las bienaventuranzas!
—A mí me huele a cuento chino y no a Whisky escocés –la Guajira examinó la botella– ¡Queremos la mitad de vuestros seguidores a cambio darle al gaznate de ese bebedizo!
La disputa subió de tono y en lugar de degustación de whisky, la colaboración acabó en tangana retransmitida en tiempo real y con más dos millones de visualizaciones. Advertidos por los informativos, que conectaron en horario de mayor audiencia para retransmitir la reyerta, los oficiales de la Guardia Civil se dirigieron al descampado.
Se dieron a la fuga
Encontraron a la princesa guajira intentando ahorcar a la novicia con el corpiño y a la madre superiora atizando al domador de leones con un puño americano. En medio de la trifulca, los secesionistas indultados, el diputado que perdió el aforamiento y la bailarina de la barra americana se dieron a la fuga en la furgoneta pintada con dos colosos en bañador y con la caja hecha a lo largo del día, es decir, veinte euros con veinte centavos y ocho botellas de Whisky adulterado que cambiaron en Gibraltar por tres pasaportes falsos.
La princesa guajira, el gitano nazarí y las dos monjas contrabandistas dieron con sus huesos en el calabozo. El piolet de Ramón Mercader jamás apareció y se conoce que la antigua lona del 'Gran Circo del Mundo' apareció izada en la playa del Ayuntamiento como reclamo turístico.