Annie Ernaux y las cosas importantes de la vida

Quizá sin querer o sin ser demasiado consciente de ello, mi amigo dio con una de las claves de la literatura de la escritora francesa. Su claridad, su intención de poner la historia en el centro del relato, su escritura sobria e incisiva para lograrlo. Su honestidad para hablar de su intimidad y llegar así de una historia intrínsecamente personal (y, en consecuencia, ligada a sus experiencias como mujer) a una literatura universal, que habla de asuntos humanos y atemporales, capaz de reflejar sentimientos, emociones y actitudes en las que todos —en mayor o menor medida— podemos reconocernos. Por eso, como decía la periodista y escritora Aloma Rodríguez, los libros de Annie Ernaux son autobiografías, pero también son novelas.

A mí parecer, en esa sencillez de Ernaux también hay todo un estilo. La escritora sabe lo que se propone y logra llegar a ello. Precisamente, en ‘La ocupación’, su último libro publicado en España por Cabaret Voltaire (la editorial encargada de editar su obra completa aquí), habla con lucidez de ello.

En esta novela, Ernaux cuenta su historia de obsesión y locura cuando, tras dejar al que fue su pareja durante seis años, este empezó a salir con otra mujer. Y dice: «Solo me esfuerzo por describir el imaginario y los comportamientos de esos celos que se apoderaron de mí, por transformar lo individual y lo íntimo en una sustancia sensible e inteligible de la que quizá se adueñen unos desconocidos, inmateriales en este momento en que escribo. Ya no es mi deseo, ya no son mis celos los que están presentes en estas páginas, es el deseo, son los celos y yo obro desde la invisibilidad».

Ahí reside la esencia de la escritura de la recién Premio Nobel de Literatura. Desde esa experiencia del yo, Ernaux consigue ir allí donde únicamente la ficción puede ir, explorar el corazón humano como solo puede hacerlo un novelista. ‘La ocupación’ revela unas vivencias profundamente íntimas, sus propios abismos, sus miedos, sus pasiones y sus deseos más oscuros, y hay riesgo y valentía en esa revelación, pero su gran hallazgo reside en ese lugar al que logra llegar y en su forma de llegar a él. Esa verdad humana en la que nos reconocemos y nos emocionamos.

La literatura de Ernaux habla de las cosas importantes de la vida, y la vida es el amor, el sexo, el paso del tiempo, la pérdida, la memoria, el recuerdo y la muerte, el dolor y el sufrimiento por esas verdades.

Con ello, la literatura de Annie Ernaux consigue crear lo que el mismo Javier Marías entendía como pensamiento literario, una escritura que «cuenta lo sabido y a la vez ignorado». De ese modo, ‘La ocupación’ también es un espejo negro en el que nos miramos. En él, reconocemos lo mejor y lo peor de nosotros mismos.