LIBROS
Las fugitivas de Dana Spiotta
Dana Spiotta, autora de «Inocentes y otras» se ha ganado el sobrenombre de «Don DeLillo con vagina». Sepan (y lean) por qué
RODRIGO FRESÁN
No hace mucho, con motivo de la publicación de « Inocentes y otras », el dominical de «The New York Times» le dedicó a su autora un perfil con el título de « Las tranquilamente subversivas ficciones de Dana Spiotta ». Algún libro atrás, alguien había ... definido a Dana Spiotta (New Jersey, 1966) como –y esto es un elogio– «un Don DeLillo con vagina».
Y de acuerdo: esa suerte de tensión ante la catástrofe inminente apenas por debajo de una supuesta y siempre ambigua normalidad ; esas frases afiladas que han despertado la envidia y admiración de otros exploradores de seísmos marca «zeitgeist» como Bret Easton Ellis y Greil Marcus . Pero también Spiotta –a la que DeLillo considera discípula suya a la vez que maestra en lo suyo– como otra de esas escritoras de «lo femenino» pero tan cojonudas que son Joy Williams, Ann Beattie , Siri Hustvedt , Joan Didion, Renata Adler , Amy Hempel , Lorrie Moore o Lydia Millet .
Comedia transgresora
Spiotta –como ellas– narra mujeres que son, a la vez, testigos privilegiados en escenas del crimen que las involucran directamente. Y que, ante la duda y la certeza de su participación en delitos del cuerpo y el alma, siempre optan por darse a la fuga. El problema es que, en realidad, siempre están huyendo de sí mismas .
Así, la «restaurateur» temática en trance de «Lighting Field» (2001); la terrorista de los 70 en la carretera de los 90 de «Eat the Document» (2006, finalista al National Book Award); y la hermana contemplando la disolución de un hermano autoconvencido de ser una leyenda del rock en «Stone Arabia» (2011, finalista del National Book Critics Circle Award).
Y ahora, en «Inocentes y otras», la proyección al mundillo del cine (el padre de Spiotta fue ejecutivo de los cataclísmicos Zoetrope Studios de Francis Ford Coppola ) como excusa para revelar los afectos especiales de una amistad.
Nada de «chick-lit» con chicas chispeantes; esto es alta literatura con damas como incendios
La de la feroz y cada vez más desarticulada documentalista de culto y «avant-garde» Meadow Mori (quien tal vez, o tal vez no, fue una última y juvenil amante de Orson Welles ) y su abnegada escudera Carrie Wexler, quien acaba triunfando en el universo de la comedia ligeramente transgresora como un, sí, Judd Apatow con vagina. Inevitablemente, el orden de los factores no sólo altera el resultado de la suma sino que resta afectos y añade rencores.
Pero que nadie se confunda: esto no es «chick-lit» con chicas chispeantes sino alta literatura con damas como incendios forestales . Y lo interesante –como en todos sus títulos anteriores– es la manera en que Spiotta, nunca mejor dicho, desmonta y compagina, con técnica mixta y voces cambiantes y lentes variadas, la trama de vidas y películas que incluyen a la encarcelada Sarah o a la seductora telefónica de celebridades Amy/Nicole/Jelly, inspirada en la leyenda urbana pero verdadera de Whitney Walton / Miranda Grosvenor .
Arte «verité»
Una de las «víctimas» del vampírico y desalmado arte «verité» de Meadow, cuando ya es demasiado tarde, la condena con un « No todo necesita ser filmado. No todo necesita ser visto, volverse público ». Páginas atrás y muchos años antes, Meadow le explica a Carrie que «nada de lo que filmes es una película hasta que lo editas».
Demasiado tarde, Meadow –fugitiva «voyeur» de su propio mito– comprende que la vida no es un filme al que puedes encajarle un «The End» feliz .
Entonces, claro, Meadow sale corriendo; pero es seguida y perseguida, muy de cerca, por la subversiva Dana Spiotta .
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