El legado de Nuria Espert, en la caja 1550

Además de la directora del Cervantes, Carmen Caffarel, acompañaron a la actriz la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde; el conseller de Cultura de la Generalitat catalana, Ferran Mascarell, y la delegada de las Artes del Ayuntamiento de Madrid, Alicia Moreno, que acudió en su doble papel de hija y de representante del Ayuntamiento.

Nuria Espert agraceció la invitación a esta iniciativa del Cervantes, que definió como «poética y llena de imaginación»; al pensar en lo que podía depositar en la caja, desechó enseguida que fuera una fotografía de una representación. «El teatro —dijo— muere al ser fotografiado, nada puede reproducir esa experiencia. La gente regresa al teatro buscando cercanía, vida, y verdad. Y por eso, quizás, los teatros se llenan en estos tiempos de crisis». Recordó la actriz que ocurrió algo similar en el final del franquismo. «No sé qué puede haber en común entre ambos momentos, pero entonces se hicieron varios de los montajes que han quedado en la historia del teatro en España. Y ahora vuelve a adquirir una presencia que no tenía desde hace años, y el público llena las salas. Ese auge creativo y la asistencia masiva a las salas permite que se hagan mejores producciones y que haya mayor riesgo y apuesta».

Por deseo de Nuria Espert, la caja 1.550 se abrirá el 11 de junio de 2035, fecha en la que se cumplirán cien años del nacimiento de la actriz en la localidad barcelonesa de Hospitalet de Llobregat. La actriz catalana se une en la Caja de las Letras a Manuel Alexandre, Francisco Ayala, Antonio Gamoneda, Ana María Matute, Juan Gelman, Juan Marsé, José Emilio Pacheco, José Manuel Caballero Bonald, Carlos Edmundo de Ory, Antoni Tàpies, Alicia Alonso, Luis García Berlanga, Margarita Salas, Cristóbal Halffter y Carmen Balcells.