El Observatorio del Español en EE.UU. estará en Harvard

El acuerdo se ha estado negociando en los últimos meses de manera muy directa por el propio director del Instituto Cervantes, Víctor García de la Concha, y las autoridades del prestigioso centro universitario, que mostraron un gran interés en la puesta en marcha del Observatorio. En un plazo no muy largo de tiempo, el Cervantes enviará a Harvard a su representante, que está siendo seleccionado, y que tendrá un nivel académico adecuado para hacerse cargo del Observatorio permanente del español.

El Observatorio es una experiencia novedosa, ya que no existe en ningún otro país, y no tendrá las mismas misiones que un centro del Cervantes, aunque pueda ocuparse de organizar distintos tipos de actos dentro de la Universidad. Su principal tarea será prestar una atención especial a la evolución social, cultural y lingüística del español en Estados Unidos y al uso que se hace de él por las distintas minorías de hispanos que viven en el país, así como a su convivencia con otras lenguas.

En la actualidad, unos 52 millones de personas de origen hispano viven en Estados Unidos y en 43 de estados el español es la segunda lengua más hablada. Se estima que cerca de 38 millones de personas mayores de cinco años hablan habitualmente en español en sus casas, lo que representa casi un 13 por ciento. Sin embargo, la convivencia con el inglés e, incluso, con otras lenguas, provoca algunos cambios en el idioma, por lo que la existencia de un Observatorio se ve como una necesidad.

El Observatorio se conectará con los tres centros que tiene el Instituto Cervantes en Estados Unidos -Nueva York, Albuquerque (Nuevo México) y Chicago (Illinois)-, así como con las aulas que existen en otras ciudades: Seattle y Boston. Al parecer, existe la intención de abrir un nuevo centro en Miami, lo que podría suponer el cierre del aula de Boston, tras la apertura del Observatorio en un lugar tan cercano como Harvard.

El Observatorio, además, pretende mantener una colaboración con universidades e instituciones americanas, una cooperación que ya se ha puesto en marcha, por ejemplo, con el acuerdo alcanzado con México para compartir los centros que tiene en Estados Unidos y realizar, a través de ellos, actividades conjuntas o exclusivas del Cervantes.