El trasvase Júcar-Vinalopó va a resultar crucial para que el impulso de las exportaciones alicantinas no se vea frenado a corto plazo, ya que la aguda sequía que sufre la provincia se está convirtiendo en una hipoteca para los cultivos de hortalizas y frutas, que han sido uno de los principales arietes de la economía en el exterior.

Para el presidente de la Federación de Exportadores Hortofrutícolas de Alicante, Jorge Brotons, «recibir las aguas procedentes del trasvase es imprescindible en las comarcas del Vinalopó y L’Alacantí para cubrir las deficiencias hídricas que ambas comarcas soportan históricamente». Y, además de estas necesidades arrastradas desde hace años, la actual coyuntura resulta especialmente dramática porque «los recursos subterráneos de los que se abastecen están sobreexplotados y, en muchos casos, agotados o con altas conductividades, lo que provoca que no puedan seguir explotándose amplias superficies».

Para los representantes de esta industria pujante que ha sido la primera en salir de la crisis, es necesario disponer de los recursos del Azud de la Marquesa y también de la toma de Cortes de Pallás. La urgencia viene dada por la falta de precipitaciones en los últimos meses, con el invierno más seco desde que se recopilan datos estadísticos hace muchas décadas. «Afecta muy significativamente al desarrollo de los cultivos tradicionales de hortalizas al aire libre, uva, cítricos y frutales, ya que la lluvia ayuda a mejorar la calidad del suelo, por su efecto de limpieza de las sales acumuladas por el riego continuado con agua de pozos», explicó Brotons.

De hecho, este efecto sobre el rendimiento de los campos alicantinos ya se ha empezado a sentir: mientras las hortalizas han registrado un crecimiento positivo en el mes de enero (un 8% en volumen y un 9% en valor en comparación el mismo mes de 2013), en cambio en las frutas se ha retrocedido un 10% en volumen y un 8% en valor, con un balance para el total de España de 602.285 toneladas, por un importe de 471 millones de euros.

Pendientes de Bruselas

En un desglose por tipo de alimento, en un sector con claro protagonismo de la huerta alicantina y murciana, crecen el tomate (un 8%), lechuga (7%), pimiento (3,5%) y pepino (2%).

La estrategia de futuro para FEPEX, la federación nacional en la que está integrada la agrupación alicantina, pasa por la apertura de nuevos mercados fuera de la UE, «una medida prioritaria», según Brotons, ya que hasta ahora sigue siendo muy reducida, apenas un 8% del total, si bien creció el año pasado en tres puntos porcentuales. «La política comercial depende muy directamente de las administraciones y de la Comisión Europea, y requerimos un compromiso político claro, especialmente por parte de la Comisión Europea, para que haya una apertura real de estos mercados», declaró el gerente de la firma alicantina Bonnysa.

Por ahora, los movimientos que se aprecian en nuevos mercados emergentes no comunitarios siguen estando dentro del continente, fundamentalmente en Noruega (un 10% de incremento), mientras que en Rusia cayeron las ventas un 10% debido a la fuerte competencia de Turquía.

De la importancia que tienen las frutas en la Comunidad da una idea el dato de que en 2013 fueron el segundo capítulo más importante en las exportaciones autonómicas, con 3.128 millones de euros, un registro solo superado por los vehículos automóviles (Ford-Almussafes), y por delante de la industria cerámica y el calzado.

Si se suman legumbres y hortalizas, o las conservas vegetales y los zumos, el liderazgo de este sector todavía es más evidente, con otros 1.100 millones de euros más. Y en todas ellas aumentaron las exportaciones entre el 10% y el 20%. Con estos datos sobre la mesa, el Círculo de Economía de Alicante celebra hoy en Villena el encuentro «Dirigir para exportar».